Un acusado admite que hipotecó la casa de una mujer en El Albir a la que engañó simulando su boda
Se conocieron en una web de citas
La estafa amorosa abunda en las webs de citas, aunque hoy en día pueden intentar contactar con nosotros en cualquier espacio digital / Tero Vesalainen
Benidorm
Un hombre acusado de estafar a una mujer de nacionalidad noruega con la que mantuvo una relación sentimental tras conocerla a través de internet y a la que engañó simulando una boda para hipotecar la vivienda de la víctima ha admitido este martes los hechos en el juicio celebrado ante un tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Alicante.
El procesado ha alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y con la acusación particular, ejercida por la perjudicada.
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En virtud de ese acuerdo, el encausado ha asumido una pena de nueve meses de prisión por el delito de estafa agravada, al que se suma la pena de multa de cuatro meses, con cuota diaria de seis euros.
Además, la condena se amplía en otros nueve meses de prisión por un segundo delito de hurto continuado, ya que el procesado también ha reconocido que, antes de abandonar la vivienda en la que ambos convivían, sustrajo distintos efectos de la víctima, valorados en 5.000 euros, como dos ordenadores y varias joyas. Por último, el encausado deberá indemnizar a la perjudicada en la cantidad de 70.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Una relación a partir de una web de citas
La Fiscalía acusaba al procesado de engañar a la mujer -ocho años mayor que él- al hacerle creer que mantenían una relación sentimental en la que se iban a casar para concertar un préstamo personal con el que hipotecaba la casa propiedad de ella.
El procesado y la mujer se conocieron en agosto de 2015 a través de una web de contactos de Noruega. Ella se trasladó a España y adquirió una vivienda situada en la playa de l’Albir, en el municipio alicantino de l’Alfàs del Pi, en la que iniciaron una relación de convivencia, según ha concretado la abogada de la acusación particular, Verónica Yáñez.
El ministerio público sostenía que el encausado supo que la mujer disponía de patrimonio y, con la intención de obtener el mayor beneficio posible, fingió que mantenía una relación sentimental con ella en la que le llegó a pedir matrimonio en 2017. De hecho, según la letrada de la perjudicada, se llegó a celebrar una ceremonia en la que se simuló una boda que, realmente, no llegó a tener validez.
En esta línea, la acusación pública indica que, en septiembre de 2017, ambos acudieron a una notaría de El Albir, donde él hizo creer a la mujer que firmaban poderes para poder contraer matrimonio, cuando realmente lo que firmó fue un poder notarial general en favor del acusado.
La Fiscalía mantenía que, con dicho poder, el hombre hipotecó por 140.000 euros la vivienda de la mujer para concertar un préstamo personal con un prestamista privado, sin que ella tuviese conocimiento. La letrada de la acusación particular ha sostenido que, al percatarse del engaño, la mujer denunció los hechos y saldó el préstamo en el que se había aportado la casa como garantía para venderla con la intención de regresar a Noruega, donde habría vuelto a fijar su residencia.
