Una roca en el camino

Alcoy

Hoy es el turno de una historia anónima, pero no por no tener autor es menos interesante que el resto de historias.

Un rey de un antiguo y lejano reino colocó un día una enorme roca en medio del camino principal que llevaba hasta su castillo. Después se escondió para ver que ocurría.

Unos cortesanos rodearon la roca y continuaron su camino. Algunos comerciantes se quedaron ante la roca quejándose de que el rey no era capaz de mantener sus caminos despejados. Nadie hacía nada por retirar la roca, la miraban, se quejaban y seguían su camino o volvían atrás.

Cuando el rey estaba a punto de irse, apareció un campesino con un carro lleno de verduras. Bajó de su carro, se acercó a la roca, la observó, la empujó, pero la roca no se movió. Miró a su alrededor y vio una gruesa rama en el suelo, la cogió, la utilizó de palanca y tras mucho esfuerzo, consiguió apartar la roca. Cuando iba a volver a su carro, vio una bolsa en el lugar donde antes estaba la roca. Se acercó, cogió la bolsa y descubrió que estaba llena de monedas de oro. También descubrió una nota en la cual el rey decía que esa era la recompensa por haber despejado el camino.

Cuando somos capaces de superar un obstáculo algo en nosotros mejora, nos hacemos más fuertes. La vida nos pone obstáculos y nosotros tenemos que encontrar la manera de superarlos.

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Buscar “culpables”, quejarnos, ignorar los problemas que nos surgen día a día, no nos soluciona nada, los problemas seguirán estando ahí. En cambio, esforzarse por solucionar los problemas nos hace crecer como personas, nos hace evolucionar.

Seamos como el campesino y busquemos soluciones.