Goldman Sachs: desembarco en LaLiga
El gigante financiero norteamericano está a punto de cerrar un acuerdo crediticio con el Valencia, después de haberlo hecho antes ya con Sevilla y Betis
Valencia
El Grupo Goldman Sachs es uno de los grupos de banca de inversión más grandes del mundo. Su cartera de clientes es muy extensa y diversa e incluye corporaciones e instituciones financieras, e incluso también a gobiernos y a particulares. Fue fundada en 1869, tiene su sede principal en Nueva York y dispone de oficinas en los mayores centros financieros del mundo.
En España, el Grupo está presente desde 1989, año en el que abrió su oficina en Madrid. Desde entonces, el banco ha sido seleccionado en multitud de transacciones y ha participado en los procesos de privatización de algunas de las mayores empresas españolas como Repsol o Telefónica y, más recientemente además, en la reestructuración del sistema financiero español.
Goldman Sachs suministra a sus clientes un amplio abanico de servicios de banca de inversión; clientes que van desde grandes empresas y PYMES hasta el Estado español. Y desde hace pocos meses también está presente en los clubes de fútbol de nuestro país.
Los equipos de la compañía proporcionan asesoría estratégica y soluciones financieras creativas. En el departamento de Gestión de Inversiones, que es el que nos compete respecto a su futura vinculación con el Valencia CF, Goldman Sachs ayuda a sus clientes a planificar sus inversiones para alcanzar sus objetivos financieros actuales y futuros, identificando oportunidades de inversión y ofreciendo asesoramiento.
Interés en el fútbol español
Hace unos meses Goldman Sachs se puso en contacto con LaLiga para informarse sobre su modelo de negocio, funcionamiento, normas de control financiero, ingresos televisivos y demás cuestiones adyacentes a sus competencias, con la intención de entrar en el fútbol español. Y eso es lo que hizo poco después y tiene intención de seguir haciendo próximamente.
Su aterrizaje en nuestro fútbol se produjo en el mes de marzo de este año 2024. Fue en el Sevilla FC, con quien Goldman Sachs firmó un acuerdo de financiación por valor de 108 millones de euros con el que la entidad hispalense consolidaba su estabilidad financiera a corto, medio y largo plazo. Un acuerdo que, según el club, "permite afrontar con plenas garantías los próximos años, le posiciona al nivel de las principales entidades europeas y le permite encarar con las máximas garantías los retos previstos para el futuro".
El Sevilla obtuvo una financiación de 108 millones de euros a diez años para impedir que el club tuviera que acudir a ampliaciones de capital o recurrir a 'palancas' para solventar sus problemas económicos. Decía el comunicado oficial que hizo en ese momento el Sevilla que esa operación financiera pretendía conducir a la entidad "a beneficios en las próximas temporadas, en un entorno de estabilidad financiera, generando de nuevo fondos propios que refuercen el balance de la sociedad y, por ello, ya trabaja con plenas garantías en la configuración de plantillas competitivas y eficientes".
Meses después, en un acuerdo cerrado definitivamente hace muy poco, el pasado mes de septiembre, el otro equipo de la ciudad, el Real Betis Balompié, siguió los pasos de su eterno rival y también llegó a un trato con Goldman Sachs. En este caso la finalidad del acuerdo fue mucho más parecida a la que pretende el Valencia: el crédito, de 125 millones de euros, está encaminado fundamentalmente a refinanciar su deuda a un plazo mayor y a cubrir parte de los gastos que suponga la construcción del Nuevo Estadio Benito Villamarín. El acuerdo tiene un plazo de vencimiento de diez años y una carencia de tres.
A punto de cerrarse su acuerdo con el Valencia
Y mientras estas operaciones cristalizaban, paralelamente el Valencia CF se ponía en contacto con Goldman Sachs tras concluir que las vías de financiación que manejaba para concluir la construcción del nuevo Mestalla eran insuficientes para acometer la reanudación de las obras. La entidad che siempre había mantenido que para ello con el préstamo de 80 millones de euros de CVC, la venta de activos no estratégicos y un posible 'bridge loan' (crédito puente) con CaixaBanc, pero definitivamente ha tenido que recurrir a este acuerdo con el gigante financiero norteamericano.
De esta forma, no sólo obtiene la financiación necesaria para reanudar y finalizar las obras del nuevo estadio, sino que también acuerda una segunda línea de crédito para reestructurar su deuda. Con ello amortiza parte de la misma y refinancia el resto, aliviando de esta forma el pago de los más de veinte millones de euros que el club está pagando anualmente en concepto sólo de intereses.
Goldman Sachs disponía de datos financieros confidenciales que reflejan la delicada situación económica del Valencia y sus necesidades de tesorería para aliviar tensiones a corto y medio plazo. Esa información había sido facilitada a diferentes fondos de inversión para que, si estaban interesados en la operación, hicieran ofertas con las condiciones del préstamo y la compañía estadounidense, una vez asentado su aterrizaje en el fútbol español primero en el Sevilla y luego en el Betis, decide apostar también por su entrada en el Valencia.
Eso sí, tal y como adelantó la Cadena SER la semana pasada, la condición puesta por Goldman Sachs para cerrar su acuerdo con el Valencia era que el ejercicio 2023-24 debía cerrarse con beneficios. Y así será, porque tras cuatro temporadas consecutivas dando pérdidas (ocho de las nueve desde que Peter Lim es máximo accionista), las cuentas que presentará el club en su próxima Junta General de Accionistas serán con superávit.
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Carlos Martínez Reyero
Redactor de Deportes en Radio Valencia y director de "Off the Record"