La Policía detiene a un hombre en València por entrar en un tren de Cercanías con un falso chaleco bomba
Los agentes han tenido que desalojar el convoy y activar los protocolos de seguridad hasta que han comprobado que en el chaleco no había ningún tipo de explosivos
València
La Policía Nacional ha detenido este jueves por la mañana en València a un varón de 21 años, de origen español, como presunto autor de un delito de desórdenes públicos tras acceder a un tren con destino a Castelló portando un chaleco táctico militar con ajenos al mismo tales como cables y objetos metálicos que podían dar una apariencia de artefacto explosivo.
Los hechos han ocurrido sobre las ocho y media de la mañana en el distrito de Russafa, cuando se ha recibido una llamada al 112 alertando de la presencia en la estación de tren de un hombre pertrechado con "un chaleco táctico-militar del que se observaban cables y otros elementos metálicos" que podría simular un artefacto explosivo, según ha explicado la Policía en un comunicado. El ahora arrestado ha ocultado ese chaleco bajo un abrigo y se ha subido a un tren de Cercanías.
Han comprobado que no había nada en el chaleco
Inmediatamente, se han activado los protocolos de seguridad para este tipo de incidentes, desplazándose varias unidades de la Policía Nacional al lugar donde se había desviado el convoy. Los agentes han interceptado al sospechoso en el momento que iba a abandonar el tren. Una vez desalojado el convoy y neutralizada la amenaza, se ha comprobado por parte del la Unidad de TEDAX–NRBQ y de la Unidad de Guías Caninos de la Comisaría Provincial de Valencia, que en el chaleco no había ningún tipo de explosivos, así como tampoco habían elementos explosivos en el convoy.
Finalmente la Policía Nacional ha detenido al hombre como presunto autor de un delito de desordenes públicos. El arrestado es un joven con numerosos antecedentes policiales, según la Policía, que tiene además una búsqueda y detención en vigor por extorsión.
Hasta tres años de prisión
La Policía Nacional informa de que la realización de este tipo de actos puede poner en peligro la integridad física de las personas que se encuentren en los lugares en los que se indican en los falsos avisos de bomba, y que la comisión de un delito de desórdenes públicos pude acarrear la imposición de una pena de hasta tres años de prisión.
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