Una asociación contra la degradación de la biblioteca Azorín exige la adquisición de libros y "crear una comunidad lectora"
Los firmantes del manifiesto por la calidad de la biblioteca exigen su rehabilitación urgente y lamentan también el abandono de la red municipal
José Ramón Navarro Vera y Eugenio Herrero, en el Dia de las Bibliotecas, en Hoy por Hoy Alicante
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Alicante
Alicante lleva demasiado tiempo descuidando sus bibliotecas.
Y ese es el encabezado del manifiesto de la nueva Asociación Amigos de la Biblioteca Azorín, que quieren tener constituida para Navidad para defender la emblemática biblioteca alicantina y todas las de la red municipal; una y otras abandonadas "por falta de voluntad política".
Así lo han denunciado en Hoy por Hoy Alicante en el Día de las Bibliotecas, que conmemora la destrucción de la biblioteca de Sarajevo, José Ramón Navarro Vera y Eugenio Herrero, promotores de esta iniciativa, que apuestan por "crear una comunidad lectora".
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Ambos coinciden en que Alicante lleva años sin comprar libros para su red municipal, tanto con corporaciones de izquierdas como de derechas. Y lo mismo sucede desde el pasado mes de enero con la Biblioteca Azorín, con más de 50 años, dependiente en sus fondos de la Generalitat, que alega falta de personal para negar la adquisición de libros y las desideratas.
Además, en todo este tiempo apenas ha experimentado cambios ni actualización, pese al clamor de una necesidad de reforma integral, dependiente del Ministerio, de la que se habla desde 2008.
Otro ejemplo de la degradación de esta biblioteca es su salón de actos, cerrado desde hace años, o la sala general, que ha permanecido clausurada por las tardes durante ocho meses hasta mayo; "la abren y reabren", constatan. Cuando teniendo en cuenta su proximidad del mar y el estar al lado del MACA, se podía crear un clúster, junto a la concatedral y el castillo, propone Navarro Vera.
La idea de esta asociación es defender el papel de la biblioteca pública de la ciudad, "que contribuye a hacernos mejores personas y no mercantiliza", afirma Navarro Vera, quien recuerda cómo cuando hace años se cerró la biblioteca de la CAM nadie dijo nada. "No se habla de la cultura; es una inútil que no sirve para nada", lamenta el también catedrático de Urbanística.
Y es que si no se cuidan las bibliotecas, las librerías, que dependen mucho de ellas, "al final también desaparecen", auguran.
