Real Valladolid 1-2 Villarreal CF: Ayoze vuelve a marcar la diferencia
Un gol del canario a seis minutos del final da la victoria a un Submarino que se coloca a tres puntos de la segunda plaza
Valladolid
Un gol de Ayoze Pérez a seis minutos del final acabó con la resistencia del Valladolid y con la inspiración del meta Estonio Karl Hein, resolutivo ante cada ocasión rival hasta que el atacante amarillo acertó y dio los tres puntos al conjunto de Marcelino.
Se ha abonado al 1-2 a domicilio el Villarreal, fortalecido con el triunfo ante un Real Valladolid que empató con un penalti transformado por Sylla, y que no se rindió, a pesar del evidente dominio del cuadro visitante en la segunda parte.
Los dos técnicos, tanto Marcelino García como Paulo Pezzolano -que dejó su lugar en el campo a su ayudante, Camilo Speranza, al estar sancionado- hicieron pocos cambios respecto a la anterior jornada: dos y uno, respectivamente. El objetivo quedó claro desde el inicio: controlar el balón y minimizar al máximo los errores, por lo que ambas escuadras se aposentaron en el césped con las ideas claras, para buscar ventaja en las diferentes facetas.
El Real Valladolid buscaba el desborde de Raúl Moro en la izquierda, la banda, a priori, más peligrosa también de los castellonenses, con Sergi Cardona y Álex Baena, y ya avisó con una llegada, precisamente, de Moro, quien centró para que Anuar, demasiado forzado, rematara a las manos de Diego Conde. Pocos minutos después, el mismo Moro lograba plantarse solo delante del meta visitante, tras una asistencia de Amallah que se produjo demasiado tarde y, por eso, aunque no fue gol, puesto que Conde ganó el uno contra uno, tampoco habría valido, por fuera de juego.
Barry no perdona el error de Martín
Pero ante un rival de la calidad del Villarreal, el más mínimo fallo tiene graves consecuencias. Y así, tras un error de Mario Martín en el centro del campo, que regaló el balón a un Femenía que entró en el área local como una bala, halló a Barry con su centro, para que rematara de cabeza al fondo de la red.
0-1 en el marcador del José Zorrilla, que supuso un jarro de agua fría para un Real Valladolid que había jugado más en área contraria, pero que se mostró incapaz de asustar a los de Marcelino, más seguros y confiados en sus pases y llegadas. De hecho, Barry pudo haber ampliado la ventaja de su equipo antes del descanso, pero encontró a Hein, quien previamente también impidió un claro remate de Pépé, por lo que finalizó la primera mitad con esa mínima renta del Villarreal.
Lejos de salir con intensidad, los blanquivioletas dejaron la iniciativa al rival que, en su primera llegada al área local, pudo ampliar su renta, pero el potente disparo de Baena fue repelido por el poste. El "submarino amarillo" empezaba a navegar en aguas demasiado tranquilas, ya que los vallisoletanos parecían no estar cómodos, ni centrados, sobre todo, en el plano defensivo, lo que abría demasiados espacios al cuarto clasificado.
Simplemente, estaban cogiendo fuerzas, porque en la siguiente jugada, arrancada por Raúl Moro, Sylla sufría un derribo dentro del área de Costa, que el árbitro no dudó en señalar como penalti. El propio Sylla se encargó de transformarlo. Empate a uno. El fútbol siempre da sorpresas, y no da opción a relajación ni a sentencias definitivas, salvo casos excepcionales. El hecho de que el Real Valladolid volviera a equilibrar el marcador, parecía algo milagroso.
Ayoze decanta la balanza
Porque las ocasiones más claras y peligrosas fueron para el Villarreal, pero los disparos de Gueye y de Akhomach, se toparon con un Hein tremendamente seguro bajo palos. Como se suele decir...el fútbol es así. Los de Marcelino García insistían una y otra vez, se acumulaban palos, paradas de Hein y estiradas imposibles. Y ese asedio tuvo su recompensa: Ayoze lograba rematar, a placer, de cabeza, para devolver la ventaja a los suyos. Un marcador maldito para los vallisoletanos ese 1-2 que, por contra, es bendito para los castellonenes, ya que todas sus victorias a domicilio han terminado con ese tanteo.