Huesos humanos de más de 6.000 años revelan prácticas de canibalismo infantil en una cueva de Alicante
Las piezas descubiertas en la Cova del Randero de Pedreguer pertenecieron a comunidades de pastores del Neolítico y se asocian a rituales de duelo funerario
Jorge Soler, prehistoriador y director del MUBAG, y Consuelo Roca de Togores, arqueóloga de la Diputación de Alicante, en Hoy por Hoy Alicante
Alicante
Unas excavaciones en la Cova del Randero de Pedreguer (Alicante) han confirmado el primer hallazgo de canibalismo infantil ritual del Neolítico en la Comunitat Valenciana. El descubrimiento se remonta a comunidades de pastores de hace 6.400 años y posiciona el enclave como un referente histórico a nivel internacional.
En los restos óseos aparecen señales de desarticulación, descarnación o marcas de diente humano, que evidencian que, durante el Neolítico, el canibalismo era una actividad relativamente común prácticamente en toda Europa y en la Península Ibérica, no solo en Andalucía.
Todo parece indicar que podría tratarse de un ritual selectivo, vinculado al duelo funerario. Aunque las causas también pueden ser, según distintos autores, gastronómicas o por violencia, explica el prehistoriador Jorge Soler, director del MUBAG, que habla de este hallazgo como un "registro único".
Un equipo interdisciplinar en arqueología, antropología y arqueozoología del MARQ y del Institut Valencià de Conservació fueron los encargados de presentar la pasada semana el resultado de las últimas investigaciones en torno al descubrimiento de huesos de niños con marcas de diente humano. El director de este equipo, el prehistoriador y director del MUBAG, Jorge Soler, y Consuelo Roca de Togores, arqueóloga de la Diputación de Alicante, han conversado con Carlos Arcaya en Hoy por Hoy Alicante.
Los resultados también se presentaron el pasado septiembre en dos foros científicos internacionales: el VIII Congreso Internacional del Neolítico en la Península Ibérica de la Universidad de Alcalá de Henares y el XVII Congreso Nacional e Internacional de Paleopatología del Museo de Segovia.
Evidencias de canibalismo selectivo
Hace 6.400 años un grupo de la comunidad de pastores que frecuentó o residió en la Cova del Randero para acoger ganado doméstico y su procesado cárnico, arrojó a una galería interna usada como basurero, desechos domésticos que incluían una gran cantidad de huesos de animales procesados (fundamentalmente ovejas y cabras), junto a fragmentos de huesos pertenecientes a un mínimo de ocho esqueletos humanos, entre adultos y niños.
Son dos huesos, un fragmento de mandíbula de un niño de unos seis años y un cúbito de un perinatal de unas 40 semanas de gestación, que presentan claras evidencias de manipulación antrópica perimortem, es decir, cuando el hueso todavía estaba fresco, que confirman un canibalismo selectivo.
Las investigaciones permitieron identificar en 2023 varios tipos de marcas antrópicas: cortes realizados con instrumental de piedra para desarticular y para descarnar, fracturas por flexión para acceder a la médula y mordeduras humanas, en algunos casos provocando la destrucción de algunas partes del hueso.
Los trabajos en este enclave se han llevado a cabo a lo largo de catorce campañas (de 2007 a 2021) del Plan de Excavaciones del MARQ, con el apoyo del Ayuntamiento de Pedreguer, aunque los hallazgos tuvieron lugar concretamente en 2018 y la investigación en laboratorio continúa en la actualidad.
También en la comarca de la Marina Alta se publicaron en 2017 otros huesos humanos con mordeduras humanas y marcas de corte procedentes de la Cova de Santa Maira en Castell de Castells, que remiten al Mesolítico. Ello contribuye a hacer de la provincia de Alicante un referente en el marco de la investigación prehistórica y paleoantropológica”.