La nueva tasa de basura y la resistencia municipal de la capital verde europea

València

Lo que cuestan dos décimos de lotería de Navidad. Eso es lo que van a tener que pagar el año que viene la inmensa mayoría de domicilios de la ciudad de València con la nueva tasa de basura que hoy, si no hay contratiempos. aprobará el pleno del Ayuntamiento. Y sí, tener que pagar una nueva tasa es un fastidio, sobre todo en las economías domésticas más vulnerables, pero detrás del cobro de esta nueva tasa hay una explicación muy razonable: y es que si queremos dar pasos hacia una sociedad más sostenible, nos tenemos que hacer responsables de los residuos que generamos.

Y para incentivarlo solo cabe premiar al que menos produce o al que mejor los recoge, los recicla o los utiliza. Es decir, repartir el coste de la recogida, el transporte y el tratamiento de una forma más justa y equilibrada. Ese es el espíritu de una tasa que debería haber impulsado, para ser ejemplar, el gobierno de toda una capital verde europea como es València, pero que lo va a hacer regañadientes.

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