Sí, son unos racistas

Alicante

Sí, son unos racistas quienes el sábado insultaban a Janneh, el jugador negro que le dio la victoria al Atlético de Madrid en el Rico Pérez. Me dirán, pero esos mismos, luego, aplaudirán a Marcos Mendes cuando meta un gol. Ya, pero son unos racistas. Sí, también los mismos que en el Bernabéu insultaban a Lamine Yamal llorarán tras el próximo mundial si el barcelonista marca el gol que nos da la Copa del Mundo.

Porque el racismo está en la mirada, en el prejuicio; en el hecho de sentirse falsamente y de algún tipo de forma superior. Los colores de nuestra camiseta solo lo ocultan temporalmente, transitoriamente, pero ni limpian ni curan nada. Y esto es algo que lo podríamos extender a otros ismos o fobias, como el machismo, la xenofobia o la homofobia.

Pedía ayer el compañero Pedro Vera tolerancia cero contra estos pocos aficionados -ese mínimo o, quizás, mejor pensar que es el máximo exponente, porque no va a ir a más- que protagonizó esta situación. Y tiene razón, porque estas personas manchan mucho; unas gotas lo tiñen todo y calan y llegan a los campos de regional o de juveniles o de infantiles... y allí, los niños y las niñas están completamente desprotegidos.