"Cuando vemos las noticias de la DANA revivimos lo que pasamos nosotros en el 87"
Los vecinos de Beniopa, Jesús Fort, Juani Mira, Virgilio Julio y Agustín Martí, narran lo que sucedió en la riada de la Safor del 1987, y sus semejanzas con lo vivido estos días
Gandia
La DANA que acecha la provincia de Valencia, que ya registra al menos 62 muertes, según el Centro de Coordinación Operativa Integrado del Ministerio de Interior, recuerda a la riada que sucedió también en Valencia en el año 1987.
En aquel año, la comarca de la Safor, sufría unas inundaciones catastróficas en las que se registró la mayor cantidad de precipitación en España en 24 horas. Beniopa fue uno de los lugares más afectados en Gandía, por su cercanía al barranco del Serpis que se desbordó, como todos los cauces fluviales de la comarca.
Según Aemet, el 3 de noviembre de 1987, se registraron 817 l/m² en Oliva y más de 700 l/m² en Gandia. El diluvio que cayó en Oliva es la tercera precipitación más intensa en 24 horas en toda Europa y el mayor registro oficial de lluvias en España.
A esta catástrofe hacen referencia los vecinos de Beniopa, que cuando han visto las noticias que hablan de la DANA de ayer y hoy, recuerdan aquel día: "estamos pendientes del barranco cuando vemos que llueve mucho, porque aquello se quedó marcado".
Una de las vecinas, Juani Mira, recuerda que aquellos días: "estuvimos incomunicados, yo, con doce años, me quedé con mi abuelo, sin saber nada de mis padres ni de mi hermana". "Estuvimos días sin luz y sin agua, y vinieron los militares para repartir pan y agua, porque no teníamos ni para comer".
Otro de los vecinos, Jesús Fort, afirma que todo lo que está sucediendo "es muy fuerte, pero nosotros ya lo pasamos", se refiere a la riada del 1987, y previene, que "seguramente vendrán más, no será la última".
Los vecinos hablan del agua desbordada, y del caos que vino después, "con el motor de regar las tierras, estuve dos días enteros limpiando tres casas". "Cuando vi toda la población sin luz, los coches amontonados, me eché las manos a la cabeza". En los días de después, "los vecinos sacaron todos los muebles a la calle, y estaba todo lleno de barro". Lo que narran de entonces, se asemeja a todo lo que está pasando entre ayer y hoy.