Bienve Hernández: "Quería ser bombera o trapecista y acabé en la Escuela Municipal de Gimnasia de Mantenimiento de Elda"

Elda

Bienve Hernández se ha jubilado después de estar 40 años al frente de la Escuela Municipal de Gimnasia de Manteniemiento de Elda y ha pasado por el programa SER Deportivos Elda Vinalopó de Radio Elda - Cadena SER para repasar, por encima, esas casi cuatro décadas.

Ha asegurado que se enteró de que se podía jubilar "casi por casualidad, tomando un café y leyendo el periódico". Bienve tiene diversidad funcional, nació sin la mano izquierda, y a sus 56 años se ampara en la ley que le permite poner fin a su vida laboral.

Ha asegurado que "nunca he tenido complejo" y que se ha manejado "como cualquier otra persona". Incluso, ha recordado que, antes de marcharse a estudiar INEF a Barcelona, le comentó a su madre que "quería ser bombera o trapecista".

Bienve Hernández llegó a la Escuela Municipal de Gimnasia de Manteniemiento cuando tenía 17 años para hacer una sustitución y estuvo dos años hasta que finalmente se hizo cargo de la misma. Recuerda "como si fuera ahora" su primer día cuando llegó a lo que ahora es el pabellón Juan Carlos Verdú, conocido como pabellón de madera, "con mis mallas, mi cinta en el pelo como Eva Nasarre, y mi esterilla y me encontré con alumnos que iban en pantalón vaquero y botas de andar por la calle".

No se arrepiente, aunque ahora lo aprecia mucho más, de haberle dedicado tántas horas a su trabajo, "aunque haya pasado más tiempo con mis alumnos que con mi familia". Tiene un mensaje muy especial y cariñoso para el responsable de la Escuela Municipal de Artes Marciales, Ataulfo Castaño, "con el que he tenido una carrera laboral paralela y me apoyó desde que llegué porque él lleva más tiempo que yo".

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Asegura que todos estos años "han sido un regalo". Ahora está convencida de que podrá disfrutar más de sus otras dos pasiones: la montaña y la cocina porque, como reconoce, la naturaleza me da libertad de mente y soy muy cocinitas".

Además, y por encima de todo, Bienve Hernández se lleva lo que ha sembrado y que no es otra cosa que el cariño de los hombres y mujeres que han pasado por sus clases durante estos 40 años.