Una calamidad
La Columna de Carlos Arcaya: «Una calamidad»
Alicante
Será porque faltan certezas, pero, últimamente, día sí y día también empiezo recurriendo a la RAE. La palabra calamidad significa “desgracia o infortunio que alcanza a muchas personas”. De hecho, en nuestro país vecino, en Portugal, decretan el estado de calamidad para actuar, por ejemplo, frente a desastres naturales. Pero calamidad también significa “persona incapaz, inútil o molesta”.
Más información
Contra Mazón siguen arreciando las críticas porque su gestión de la dana, sus explicaciones tras muchas contradicciones, su insinceridad, su escasa compasión y la estrategia de repartir responsabilidades está siendo una auténtica calamidad. Ahora, el último paso es victimizarse. Él es la víctima de una campaña de desprestigio y de bulos.
Evidentemente, no piensa dimitir, aunque el pasado viernes mostró con todo lujo de detalles sus costuras. Para ello, de momento, cuenta con el apoyo del PP, un partido en el que el verbo dimitir solo se conjuga para exigirla a los rivales.
La estrategia es enrocarse, esperar a que escampe, confiar en el paso del tiempo, pero sin darse cuenta de que de la hecatombe no se va a salvar. La calamidad ya se lo ha llevado por delante.