El PP lleva el agua potable del Carraixet a la portada política en Xàtiva

El Partido Popular de Xàtiva ha mostrado su apoyo incondicional a las demandas de los vecinos del Carraixet, quienes , afirman, "han mostrado su desesperación" ante el pleno municipal del pasado miércoles 27 de noviembre. A casi un año desde la instalación de una planta desnitrificadora que debía resolver la problemática del agua potable, la situación sigue sin resolverse, condenando a los vecinos a vivir sin este recurso esencial.

Desde los populares se ha recordado que desde febrero de 2020, Sanitat Pública ha declarado el agua de esta zona como "no apta para consumo humano". A pesar de las promesas del gobierno socialista de que la planta potabilizadora estaría en funcionamiento en mayo de 2022, no ha sido hasta principios de 2024 cuando se finalizó, casi 2 años de retraso y los vecinos denuncian que no ha habido avances significativos. La falta de agua potable obliga a los residentes a "depender de agua embotellada para cocinar, beber e incluso para su higiene básica. "

Aunque los vecinos no están pagando actualmente el agua debido a su falta de potabilidad, el Ayuntamiento mantiene aprobada una tarifa desproporcionada de 1,34 €/m³, cinco veces más alta que en el núcleo urbano de Xàtiva.

El Partido Popular ha reiterado su compromiso de defender las demandas de los vecinos del Carraixet. Además, han insistido en la necesidad de medidas transitorias, como el suministro de agua potable en cisternas o ayudas económicas para la compra de agua embotellada mientras se resuelve la situación.

"El gobierno de Roger Cerdà debe dejar de mirar hacia otro lado y actuar ya. Desde el PP no dejaremos de luchar para que se respeten los derechos de los vecinos del Carraixet y se les devuelva la dignidad que merecen", ha declarado su portavoz Marcos Sanchis.

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La respuesta del equipo de gobierno

Dese el equipo de gobierno se ha afirmado que "no es cierto que el Ayuntamiento mire hacia otro lado frente a la situación del Carraixet. Todo lo contrario, el Ayuntamiento adquirió el pozo del Carraixet con el objetivo de solucionar los problemas de potabilización del agua que los vecinos han sufrido durante décadas. De hecho, sorprende la desmemoria de los populares en este tema, ya que en 20 años de gobiernos de Rus, donde participó Marcos Sanchis, no se preocuparon en ningún momento de resolver el problema del agua del Carraixet y, no contentos con ello, subieron el IBI de manera desorbitada al transformar el diseminado en zona urbana".

El proceso hasta ahora

Desde el gobierno municipal se ha explicado que tras estudiar distintas alternativas, la opción más viable para suministrar agua apta para consumo humano era mantener el punto de abastecimiento actual, construyendo una planta potabilizadora, previa adquisición por parte del Ayuntamiento de los bienes y derechos donde se ubica el pozo, así como el derecho de extraer agua para garantizar el suministro correspondiente.

Esta decisión implicó la municipalización del servicio de suministro de agua. A partir de ese momento, cumpliendo con su obligación como nuevo gestor del pozo, el Ayuntamiento informó de que el agua que se estaba utilizando en el Carraixet no era apta para el consumo, iniciando así los trabajos necesarios para revertir esa situación, en colaboración con las recomendaciones de los técnicos municipales.

En consecuencia, en estos momentos, el Ayuntamiento de Xàtiva no está aplicando la ordenanza fiscal relativa a la tasa por el suministro de agua potable en el Carraixet. Es decir, mientras el agua no sea potable, los vecinos del Carraixet no están pagando por ella.

El Ayuntamiento ha invertido más de 150.000 euros en la construcción de una estación de tratamiento de agua potable en el Carraixet. Para la eliminación de nitratos se ha elegido la tecnología menos contaminante y más respetuosa con el agua y el Medio Ambiente, mediante un tratamiento biológico que transforma los nitratos en gas nitrógeno. Esta solución técnica ofrece ventajas como la retención de bacterias y microorganismos en los gránulos de los filtros biológicos o un caudal de rechazo muy reducido, que se calcula en torno al 1,5 % del agua tratada. Es decir, prácticamente no se generan aguas residuales, mientras que todo el proceso tiene un bajo consumo energético.

Se trata de un tratamiento innovador y respetuoso con el Medio Ambiente, y de una importante inversión de recursos de toda la ciudadanía que el Ayuntamiento quiere que funcione perfectamente. Por ello, los técnicos están llevando a cabo una serie de ajustes técnicos hasta que el sistema ofrezca los niveles adecuados de salubridad de forma permanente.