El climatólogo Jorge Olcina, de cara a la reconstrucción tras la DANA: "Habrá que plantear desalojos, no queda otra"

Alicante

El catedrático de Análisis Geográfico Regional y director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) y presidente de los geógrafos españoles, Jorge Olcina, insiste en que hace falta formar a la sociedad para estar preparados contra las -cada vez más frecuentes- emergencias provocadas por el cambio climático.

En una entrevista en Hoy por Hoy Alicante, Olcina apuesta también por mejorar los protocolos de aviso y actuación y, sobre todo, por una planificación más racional del territorio y por infraestructuras adecuadas.

El experto asegura que tanto la DANA de 2019 como la de Valencia nos demuestran la importancia y la necesidad de estar preparados para catástrofes que en el Mediterráneo son muy frecuentes al estar en una zona especialmente sensible.

En cuanto a la gestión de la DANA del 29 de octubre, cree que la alerta a la población tendría que haber llegado inmediatamente después del aviso de la AEMET, a las 7:30 de la mañana de aquel 29 de octubre. Eso sí, asegura que "la población debe ser consciente de que se dan muy pocos avisos rojos en España" y, por tanto, en cuanto se producen, tenemos que saber cómo actuar, por ello, pide una mayor formación para la ciudadanía.

Olcina segura, además, que el territorio tampoco ayuda a paliar los efectos de estas catástrofes. "Tenemos un territorio desorganizado, que ha crecido mucho y está muy urbanizado, pero no podemos construir hasta el borde de un barranco, o hasta primera línea de la costa", señala.

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"Habrá que plantear desalojos, no queda otra"

De cara a la reconstrucción, Jorge Olcina ha señalado que "se trata primero de reconstruir, pero no como estaba previamente, ya que no nos sirve en el contexto climático actual". Y ha añadido que habrá que hacer obra de infraestructura hidráulica y mejorar los sistemas de información, así como los puntos de medición para que sean más precioso y haya más datos".

Habla de un cumplimiento estricto de lo que desde el 2015 nos dice la Ley del Suelo: que no se pueden ocupar espacios de alto riesgo y que se necesitan mapas precisos que digan dónde está el riesgo.

"Ya hemos visto que hay sitios de ese tipo ocupados y habrá que plantear desalojos, no queda otra", ha señalado Olcina. Y es que "en zonas de alto riego donde se ponga en riesgo la vida de las personas y sean casas en primerísima línea de un barranco, no queda más remedio que trasladar esa población". "Todo esto con acuerdo entre propietarios y administraciones", ha añadido. Ha concluido que "entramos en un proceso que si lo queremos hacer bien va a ser costoso y va a necesitar de muchas horas de trabajo, reuniones, y de escuchar a expertos, técnicos y científicos. La política tiene que estar ahí para impulsar lo que la técnica o la ciencia pueda decir".

Apuesta también por repensar nuestras infraestructuras y adaptarlas a episodios de fuertes lluvias. "Lo más importante es garantizar la vida humana, las pérdidas económicas deben estar en un segundo plano", concluye.

Barranco de las Ovejas

Precisamente, una de las medidas para prevenir desgracias por el cambio climático es la limpieza de los cauces de los barrancos para que el agua no encuentre obstáculos hasta el mar en caso de fuertes lluvias. En este sentido, alcalde Barcala ha insistido hoy en la necesidad de completar la limpieza del barranco de las Ovejas, en San Gabriel, y apremia a Costas y a la Confederación Hidrográfica del Júcar a que desbrocen el último tramo, hasta la autovía, o que se le dé permiso al Ayuntamiento para que lo haga con sus propios medios.

Anuncia que habrá que tomar medidas "más drásticas", dice, para evitar que la vegetación vuelva a crecer en poco tiempo después de los desbroces. Y es que, recordamos, tras la última limpieza del barranco, se instaló una malla para evitar que salieran nuevas cañas, pero la medida no ha sido suficiente.

Fuentes de la Dirección General de Costas responden al primer edil. Aseguran que no es el organismo competente para mantener la capacidad de desagüe de los cauces. "Esas competencias residen en las Confederaciones Hidrográficas o en los ayuntamientos cuando se trate de zonas urbanas", añaden.

En el caso concreto del barranco de las Ovejas, el Ayuntamiento de Alicante ha solicitado, en años anteriores, autorización al Servicio Provincial de Costas para proceder al desbroce de vegetación obstructiva dentro del dominio público marítimo-terrestre. Autorización que siempre ha sido otorgada con celeridad, recuerdan.

Por ello, "de existir actualmente alguna posible obstrucción, cabe entender que es de nuevo el Ayuntamiento de Alicante quien debe actuar en la zona de desembocadura, previa obtención de la correspondiente autorización en caso de requerirse actuar dentro del dominio público marítimo-terrestre", concluyen.

Mesa técnica municipal

Por cierto, este miércoles ha tenido lugar la segunda reunión de la Mesa técnica de evaluación de riesgos para emergencias climáticas del Ayuntamiento de Alicante. Una mesa que ha decidido poner coto a los asentamientos irregulares que están proliferando en zonas inundables de las partidas rurales.

Según un comunicado del Consistorio, la concejalía de Urbanismo ha tramitado los primeros decretos de suspensión de obras de reparcelación en estos asentamientos, más de 40 en total. Se anuncia también una actualización de los protocolos de actuación y colaboración con la Agencia Valenciana de Protección del Territorio y el SEPRONA ante infracciones graves o muy graves en terrenos no urbanizables.

El alcalde pide a la agencia autonómica que priorice la tramitación de expedientes de infracciones que se hayan cometido en ramblas y zonas inundables, para “minimizar riesgos”, dice.