Los exabruptos de sus señorías...

Alicante

Ni los periodistas -se lo aseguro- conocemos los nombres de los senadores que representan a la provincia de Alicante. Lo cual es triste, lo digo desde un punto de vista democrático. Pero más triste es que por equipar los ceses de las conselleras Salome Pradas y Nuria Montes con los 222 muertos en la Dana, nos hayamos enterado de que la alcaldesa de Bigastro, Teresa María Belmonte, también es senadora designada por les Corts.

Estas declaraciones, por cierto, aunque les parezca curioso, las hizo para pedir la dimisión de la ministra de Defensa por su escasa sensibilidad con las víctimas. Tras lo cual, Belmonte, primero, pidió disculpas y luego, bueno, aseguró que lo dicho se había sacado de contexto y se hizo un Juan Carlos I. Ya saben, que lo siente mucho.

Pero lo más feo es que el exabrupto de la senadora popular se debe enmarcar en una catarata de excesos de cara a la galería mediática con los que sus señorías, tanto en el Congreso como en el Senado, compiten entre sí para ver quien lanza la mayor grosería al representante de turno del Gobierno.

Deberían avergonzarse, la educación no está reñida ni con el ingenio ni con la agudeza y sí con la ordinariez.