“El sector primario no puede ser moneda de cambio comercial”

Gandia

Las grandes decisiones que se toman en Europa, tienen importantes consecuencias en el ámbito local. Los agricultores españoles se sienten desamparados ante el acuerdo de la Unión Europea-Mercosur, que establece la zona de libre comercio más grande del planeta.

Aunque por el lado europeo todavía tiene que aprobarse por mayoría cualificada de los estados miembros, España presiona ya para cerrar este acuerdo que supondrá un ahorro arancelario que se calcula en 4.000 millones de euros anuales. En definitiva, se presenta este nuevo eje comercial euroamericano como un mercado potencial de 700 millones de personas, una oportunidad única para que la industria europea, incluido un sector automovilístico que se encuentra en declive.

El secretario del sindicato de la Unió Llauradora i Ramadera de la Safor, Vicent Sabater, asegura que una vez más se sitúa a la agricultura y ganadería como “la moneda de cambio” para lograr otras ventajas. Este representante sindical ha recordado que producir en Europa tiene un precio más alto por los estándares que se piden, como por ejemplo con unos fitosanitarios mucho más respetuosos con el medio ambiente, pero también más caros; razón por la cual se sienten “desamparados”.

Las protestas del sector primario español coinciden con las de sus homólogos de países como Francia, Italia, Bélgica o Alemania, que denuncian que sus productos serán deficitarios porque les va a hacer cumplir unas normas que los de fuera no atienden, “con lo que se va a generar una importante destrucción de puestos de trabajo”.