Vecinos del casco antiguo: "Es inaudito que en las reseñas de Alicante, los visitantes pongan que no han podido dormir"
El presidente de la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil pide "altura de miras" al equipo de gobierno para que aplique ya las medidas de la ZAS y de Contaminación Acústica en la ciudad
Joaquín Gangoso, presidente de la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil sobre la ZAS, en Hoy por Hoy Alicante
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Alicante
Los vecinos del casco antiguo confían en que a corto plazo el Ayuntamiento de Alicante aplique, tanto la normativa de Contaminación Acústica, que llevan cinco años esperando, como la ZAS (Zona Acústicamente Saturada).
En Hoy por Hoy Alicante, Joaquín Gangoso, presidente de la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil, lamenta que a día de hoy y en este lugar del mundo, los turistas que eligen esta zona para alojarse, regresen a su país con una reseña donde resaltan que “no han podido dormir”.
Una muestra es la queja de una pareja de polacos que recientemente se quejaba de cómo en su edificio de apartamentos, tras una semana de estancia, no podido pegar ojo. Ante esta situación, los establecimientos deciden hacer descuentos o regalar desayunos. Pero esta no es la cuestión.
“Es inaudito que no puedan dormir”, afirma.
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Recuerda Gangoso que los residentes llevan años reclamando un horario que permita a residentes y clientes “vivir con armonía”. Y espera que la cuestión de ciudad triunfe por encima de los enfrentamientos ideológicos, y que haya “altura de miras”.
En el caso de la zona ZAS, apunta, son cinco calles de exclusivamente ocio nocturno y una potestad del Ayuntamiento es eliminar las licencias, aunque se ha optado por reducir horarios. Y con la normativa de Contaminación Acústica, que es de 1991, lleva esperando 5 años para su aplicación, y confían en que a corto plazo se va a poner en marcha. Y es que “si no se toman medidas, los derechos siguen pisoteados y eso se normaliza”, lamenta.
“Aunque fuera solo por egoísmo, cuidar de lo nuestro debe ser una responsabilidad”, insiste. Y aunque la presencia policial es importante, hay una normativa permisiva, y no dan una solución real al problema, solo pueden ayudar a resolverlo.
Añade que en los últimos tres años, hay espacios donde antes había pubs, sustituidos por una tienda de bicis, una lavandería, o una cafetería y que han supuesto aumentar la actividad económica.
