Pepica, 89 años, vecina de Picanya: "Mi hijo hizo un agujero bien grande y me sacó arrastrando de los pies para salvarme"

València

Pepica tiene 89 años y vive en Picanya, en una casa que ya fue de sus abuelos. Nació en la misma calle y cuando se casó se trasladó al que ha sido su hogar y donde ha criado a sus hijos y también a sus nietos. Sin embargo, el 29 de octubre el agua, el barro y las cañas arrasaron con todo e incluso la estructura de la vivienda ha quedado gravemente afectada.

En Hoy por Hoy Valencia hemos conocido hoy historias como las de esta mujer que se ve obligada a empezar de cero cerca de los 90 años. Ella misma nos ha relatado cómo vivió ese 29 de octubre en el que estaba en casa acompañada por su hijo. "Mi hijo hizo un agujero bien grande y me sacó arrastrando de los pies para salvarme", ha contado emocionada.

Su nieta Sara, con quien ahora vive Pepica, ha explicado que la vivienda ha quedado totalmente destruída y es la casa familiar en la que ha pasado gran parte de su vida. Ahora han iniciado una campaña a través de las redes @unacasaperapepica para conseguir ayuda e ir iniciando las obras necesarias porque, de momento, explica, no han recibido ninguna ayuda económica para poder empezar la rescontrucción.

Domingo, con 80 años, se salvó de milagro y pasó la noche en la terraza viendo como el agua se lo llevaba todo

También en Picanya vive Domingo, en la casa con la que empezó su vida de casado en los 60. Aquel 29 de octubre estaba mirando la televisión y un vecino le llevó su perro porque estaba entrando agua a su casa. De repente, explica, "algún coche pegó en la puerta y la tiró abajo. Me vino justo llegar al corral y subirme por la escalera a la terraza donde me quedé hasta la mañana siguiente cuando vino mi hijo a por mí".

Otra vivienda que ha quedado arrasada y en la que continuan trabajando para quitar el barro y toda la suciedad acumulada con una crítica que se repite: "aquí no ha venido nadie a ayudarnos". De hecho, según cuenta, fueron algunos de los vecinos al principio y sobre todo sus hijos los que se están encargando de sacar el lodo. "Pedimos ayuda al Ayuntamiento y nos trajeron un contenedor pero aquí está lleno, rebosando de basura, no se lo llevan".

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Domingo está también a la espera de conocer el dinero que le dará el seguro por las pérdidas y todavía tampoco ha recibido ninguna ayuda. Mientras, se ha tenido que mudar a casa de una de sus hijas porque la que ha sido su casa de toda la vida ha quedado arrasada y con ella todos sus recuerdos.

Trini, 68 años, perdió casa y coche pero aún le quedan fuerzas para ayudar a sus vecinos

Trini vive en un adosado en Alfafar cuya primera planta y garaje quedó también arrasado por las inundaciones del 29 de octubre. Perdió todo lo que tenía y critica también que no han tenido ayuda para limpiar el lodo, sólo han contado con los voluntarios, a quienes agradece su trabajo.

Aunque su casa no tendrá que ser demolida, necesita una reforma completa, "Han tenido que picar todo el garaje, hasta el techo, hasta los 2,40 metros que mide porque por dentro de las paredes está el lodo; pasa lo mismo en toda la primera planta, comedor, cocina, todo".

A pesar de todo, aún saca fuerzas para ayudar a sus vecinos y es voluntaria en su municipio. "he trabajado más de 45 años en la hostelería, la casa era parte de mi vida, pero ahora estoy de voluntaria en el punto donde se reciben las donaciones y se prepara la comida. Hay mucha gente como yo, no tienen cocina ni medios para nada, así que ayudamos a dar comidas a intentar localizar que nos traigan cosas que ncesitamos".

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