Lidia Cabrera, 'la chica que se tiró': "Es tan difícil explicar cómo se siente el suicidio, en ese momento yo no era Lidia, era mi dolor el que mandaba"
Esta joven de 24 años de Castellón se tiró de un cuarto piso en 2022 y ahora ha escrito un libro sobre su historia
Castellón
Cientos de personas esperan cada último domingo de las Fiestas de la Magdalena, en la Plaza Mayor, unidos para despedir las fiestas al grito de Vítol. Mientras esto ocurría, el 27 de marzo de 2022, Lidia Cabrera deambulaba por la azotea de su edificio después de haber ingerido una gran cantidad de pastillas. Para muchos había llegado el momento de despedir las fiestas, pero para ella, el momento de acabar con su vida. Y saltó. Saltó al vacío desde un cuarto piso.
"Es tan difícil explicar cómo se siente el suicidio en ese momento yo no era Lidia, era mi dolor el que mandaba"
"No recuerdo nada de aquella tarde, sólo haber tomado antidepresivos y benzodiacepinas para llevar a cabo la idea que llevaba rondándome todas las fiestas de la Magdalena: desaparecer y dejar de sufrir", cuenta Lidia en Hoy por Hoy Castellón. A partir de ese salto al vacío su vida cambió. 15 días en coma, dos meses de recuperación física y muchos más de mental para afirmar hoy "que vale la pena vivir cada día".
Una reflexión que recoge ahora en su libro "La chica que se tiró" con el que pretende tender una mano a las personas que tengan ideas suicidas. Según los últimos datos, en la provincia de Castellón se suicida 1 persona a la semana.
La primera vez
Lidia arrastró problemas de una infancia difícil que se sumaron a las inseguridades físicas de una adolescente de 15 años que no se encontraba segura con su cuerpo. Esta inseguridad, unida a un Trastorno Alimentario Compulsivo (TCA), se convirtieron en el cóctel perfecto para llevar a cabo el primer intento de suicidio en plena pubertad.
"Me tomé pastillas y después de este episodio lo único que me dieron en el hospital fue antidepresivos, pero yo necesitaba apoyo de un profesional", cuenta la castellonense. Lidia afirma que faltan herramientas en la sociedad para frenar estas ideas suicidas, "falta mucho por hacer y todavía hoy en día el suicidio es un tema tabú en la calle".
"Ahora pienso todo lo que no hubiera vivido"
El segundo intentó llegó con 22 años en plenas Fiestas de la Magdalena. Lidia no encontraba otra salida que no fuera "desaparecer, dejar que mi cabeza dejara de sufrir, es tan difícil explicar cómo se siente el suicidio, en ese momento yo no era Lidia, era mi dolor el que mandaba sobre mí".
Después de dos años de terapia, de seguir con su tratamiento, Lidia cuenta que da gracias a la vida por seguir aquí cada día. Mira hacia arriba en medio de la entrevista y piensa en todo lo que no hubiera vivido, "lo que me hubiera perdido, miro a mis amigas, a mi familia, a mi sobrina que nació hace poco, y valoro cada cosa que me pasa, ahora lo veo todo con otros ojos".
Ahora estudia psicología y trabaja como educadora en un centro donde trata a usuarios que están pasando por lo que ella pasó. "No me imagino en otro sitio, este es mi lugar".
"La chica que se tiró", como ella misma se autodenomina en su novela, o la chica que sobrevivió para comerse el mundo y ayudar a los demás con su historia.
Entrevista completa a Lidia Cabrera en Hoy por Hoy Castellón