Vecinos y comerciantes de Benicalap discrepan sobre el impacto del Nou Mestalla en el barrio

Valencia

La reanudación de las obras del nuevo estadio del Valencia CF, quince años después, no es vista de la misma manera en el barrio. Mientras los vecinos recelan de las molestias que generará el nuevo mausoleo, los comerciantes, y en concreto los hosteleros, respiran aliviados porque al fin podrán recuperar las inversiones que hicieron en su dia.

En representación de la asociación vecinal de Benicalap, hemos hablado con Chelo Polo y Juan Antonio Caballero. Ellos afirman que, aunque desean que empiecen las obras para acabar con la vista de esa mole de hormigón, tienen muchas dudas con lo que vendrá: por ejemplo sobre si se construirá o no el anunciado Polideportivo de Benicalap. Y, desde luego, les habría gustado una ubicación del estadio más alejada de la ciudad.

También aseguran estar preocupados por el impacto que tendrá en el barrio la afluencia de 70.000 personas los días de partido y el colapso de tráfico que va a generar en un barrio que no dispone de grandes avenidas, sino de calles estrechas. Por ello, reclaman un plan de transporte público para acceder al estadio.

En cuanto al impacto que puede tener el estadio en los precios de las viviendas, aseguran que ya están disparados, y esperan que el ayuntamiento frene la posible especulación que pueda haber en torno al estadio.

También apuntan los vecinos que hoy en día no tiene sentido construir un gran estadio solo para ser usado cada quince días, por lo que entienden que habrá actividad contínua en forma de grandes eventos como conciertos, y temen el impacto acústico y las molestias que puedan generar a los vecinos, como ya ha ocurrido en el Santiago Bernabéu. También les preocupan los ruidos de las obras de reconstrucción .

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Por otra parte, hemos hablado con dos hosteleros: Nesé, propietaria del bar restaurante "El teu lloc", ubicado justo al lado del Nou Mestalla, y Chema Maciá, cuya empresa El Gordo y El Flaco posee varios negocios de hostelería en la zona. Nesé asegura estar esperando muchos años a que se reanuden las obras para recuperar las inversiones que hicieron cuando se empezó el estadio (tuvieron que pagar traspasos muy elevados), y los gastos que supuso la paralización de las mismas.

El estadio ha sido, asegura Chema, el gran atractivo para invertir en una zona que ya tiene muchos clientes y es un buen enclave para la hostelería, pero lo importante para el buen funcionamiento de bares y restaurantes no es solo el estadio, sino todo el conjunto: viviendas, buenos accesos, etc. Entienden las molestias que puede generar en los vecinos, pero creen que no solo serán molestias, pues también habrá una zona comercial.

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