Una de cada cuatro empresas del ‘triángulo del mueble’ afectadas por la DANA no podrá reabrir

València

Una de cada cuatro empresas afectadas por la DANA del conocido como el 'triángulo del mueble', la marca comercial que conforman los municipios de Alfafar, Benetússer y Sedaví, donde se asientan la gran mayoría de empresas fabricantes del sector, no podrá reabrir nunca más.

Esa es la estimación que realiza Alejandro Bermejo, el presidente de la Federación Empresarial de la Madera y el Mueble de la Comunitat Valenciana (FEVAMA), que ha pasado este miércoles, 19 de marzo, patrón de los carpinteros, por 'La Ventana Comunitat Valenciana'.

Bermejo ha recordado que aproximadamente un 40% de las 3.000 empresas se vieron afectadas por la catástrofe. De ellas, la mitad ya ha reabierto y están funcionando con absoluta normalidad, pero la otra mitad todavía no. Se trata de empresas que vieron cómo la riada afecto a la maquinaria y se estima que la mitad de esas no podrá reabrir nunca.

Además, muchos de los establecimientos que se dedicaban al comercio, a vender muebles, también se vieron afectados. Afortunadamente, "la mayoría ha reabierto, han podido volver a llenar sus stocks que se habían perdido, porque sus exposiciones se habían visto todas devastadas y en algunos casos habían desaparecido por completo".

Ha costado mucho, pero casi todas han vuelto a levantar la persiana. Han sido meses muy complicados porque las zonas comerciales "se encontraban totalmente sin alumbrado, sucias todavía, con coches apilados, con poco acceso. Estaban abiertas, pero eran unas zonas poco atractivas para ir a comprar".

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Poco a poco, explica Bermejo, "se ha ido retomando el pulso y la facturación ha ido subiendo". Ahora mismo ya se encuentra la mayoría de ellas en una normalidad en cuanto a ventas.

Lo positivo que ha traído la DANA para el sector del hábitat en general es que miles de casas se están teniendo que reformar porque se habían estropeado muebles, cocinas, armarios, puertas, suelos de parquet... Eso está provocando que aumente la carga de trabajo, especialmente a las empresas que no se han visto afectadas directamente o que están en municipios que no fueron arrasados por la riada.

Incertidumbre por la guerra de aranceles

El año pasado el sector tenía que lidiar con la inflación y con el bloqueo del Mar Rojo, que obligó a buscar materias primas en otros lugares. Este año la incertidumbre se mantiene, pero ahora por el impacto que pueda tener en un futuro casi inmediato la subida de aranceles anunciada por el presidente estadounidense Donald Trump.

El presidente de FEVAMA recuerda que hasta ahora el sector se abastece de mucha materia prima procedente de Estados Unidos, y si finalmente se suben los aranceles, "el mercado no va a poder absorber esa subida de precio".

Falta de mano de obra en un sector con pleno empleo

Otro de los problemas que arrastra el sector de la madera y el mueble es la falta de mano de obra. Bermejo lo achaca a que "los jóvenes tienen una visión un poco desfasada de la realidad. Se creen que en el sector de la madera todavía se trabaja con un serrucho, cortando tablones".

Pero lo cierto es que se trata de un sector "totalmente digitalizado y automatizado en cadenas de producción en las que prácticamente no se realizan grandes esfuerzos físicos y sobre todo es un sector con futuro, con la tasa de paro cero y muy alineado con los objetivos de la Agenda 2030".

Por eso, apuesta por realizar una labor didáctica mediante campañas, para inculcarle a los jóvenes que si apuestan por este sector, "van a tener muchísimo futuro y bien remunerado".

Hacen falta operarios de máquinas que puedan llevar controles numéricos, que puedan llevar máquinas molduras, hasta mozos de almacén, carretilleros, incluso comerciales. "Necesitamos dentro del sector cualquier tipo de perfil, porque ahora mismo cualquier tipo de perfil en el sector tiene mucho futuro", sentencia Bermejo.

Un sector que apuesta por la sostenibilidad

El presidente de FEVAMA recuerda, por último, que el sector de la madera y el mueble fue pionero en lo que se conoce como economía circular. "Todos nuestros procesos son totalmente mecánicos, nuestras nuestros empresas no generan emisiones y todo lo que se desecha a la hora de fabricar, cualquier tipo de producto de madera o derivados se reaprovecha, vuelve a utilizarse para para hacer otro producto", explica Bermejo.

Además, "todos los productos que fabricamos son de una larga vida útil. "¿Cuántas veces se cambia una persona los muebles de casa? ¿Cuántas veces cambiamos las puertas de casa? ¿Cuántas veces cambiamos el suelo de parquet de casa? ¿Cuántas veces cambiamos la cocina de casa? Muchas veces nos hacemos la casa y ya es para toda la vida", argumenta el presidente de FEVAMA, que insiste en que "nuestros productos tienen una larga vida útil de al menos 15, 20, 30 años".

Pero cuando se retira ese producto, "lo puedes volver a utilizar y meterlo otra vez dentro de la cadena, porque se puede triturar para volver a hacer tableros con los que se harán armarios, cocinas o puertas o inclusive triturarlo para hacer pellets y usarlo en forma de biomasa, con lo cual estás obteniendo energía de nuevo. No se desperdicia nada, absolutamente nada. Ojalá esto también fuera así en otros muchos sectores".

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