PP y Vox pierden su primera votación en el pleno del Ayuntamiento de València, pero se garantizan (de momento) la mayoría en las comisiones

València

Seguimos en punto muerto en el Ayuntamiento de València, sin saber cómo va a ser el reparto definitivo de las mayorías en las comisiones del consistorio después de la crisis de Vox que se saldó con la salida del grupo municipal de dos de sus concejales, el que era su portavoz, Juanma Badenas, y su pareja, Cecilia Herrero.

De manera provisional se va a seguir el criterio establecido por el secretario municipal, que minimiza la representación de la oposición en las comisiones, pero se va a solicitar un nuevo informe al Consell Jurídic Consultiu.

Así queda el reparto de mayorías en las comisiones

De momento, se mantiene el reparto que proponía el gobierno local. Es decir, el PP, con sus 13 concejales, tendrá 3 votos en las comisiones. Vox, que ahora tiene dos ediles, tendrá 0,5 votos.

Mientras, Compromís, con 9 concejales, tendrá dos votos, y el PSPV, que tiene 7 ediles, solo tendrá un voto. Por último, cada uno de los concejales no adscritos tendrá 0,25 votos en las comisiones municipales.

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El resultado en las comisiones es vital, porque ahí se determina lo que se incluye o no en el orden del día de los plenos del Ayuntamiento.

Una trampa ilegal, según la oposición

La oposición, como es lógico, fuma en pipa. Lo considera una trampa, una ilegalidad, y anuncian que acudirán a los tribunales.

La concejala del PSPV, María Pérez, ha criticado que se quiera trampear las mayorías en el hemiciclo. Unas mayorías que, a su juicio, entiende hasta un niño pequeño.

Y la portavoz de Compromís, Papi Robles, ha recordado que el Consell Jurídic Consultiu ya emitió un informe sobre un caso similar en el Ayuntamiento de Gandia donde determinó que el voto en las comisiones debe ser equivalente al del pleno.

Y se ha preguntado qué ha pactado la alcaldesa Catalá con los dos concejales tránsfugas para decir que tiene garantizada la gobernabilidad.

El PP y Vox dicen que es legal

Pero desde el gobierno municipal, la concejala Julia Climent ha insistido en que se sigue el criterio establecido por el secretario del Ayuntamiento, basado en los informes de los servicios jurídicos, y que los letrados municipales ya dijeron que el caso de Gandia no es de aplicación.

Además, ha recordado que se hizo un reparto del voto ponderado similar cuando en 2018 María Dolores Jiménez, dejó Ciudadanos y se fue al grupo de no adscritos. Aún así, y vistas las dudas, se ha solicitado un informe definitivo al Consell Jurídic Consultiu.

Vox no ha querido hablar sobre este asunto dentro del pleno, pero en los pasillos su nuevo portavoz, José Gosálbez, ha aprovechado para lanzar un mensaje a sus excompañeros de grupo municipal.

Gosálbez ha reconocido que después de casi un mes de crisis en el partido siguen sin hablar con Juanma Badenas y Cecilia Herrero, pero confía en que a partir de ahora cumplan con el contrato que firmaron con los electores de Vox que les eligieron hace casi dos años.

Los díscolos de Vox amenazan con la aritmética

Y en el hemiciclo tampoco han tomado el turno de palabra los dos nuevos concejales no adscritos, pero también han hablado en los pasillos del Ayuntamiento. Lo han hecho además justo después de mantener un encuentro con la alcaldesa María José Catalá en su despacho.

Juanma Badenas ha recordado que ahora la aritmética es la que es y que todas las posibilidades están abiertas fruto, según ha denunciado, de la campaña de hostigamiento y estulticia que han sufrido de todos lados, también desde Vox. Según ha dicho, y es textual, traidores hay en todas partes.

Pero Herrero sigue en el gobierno de Catalá

Y Cecilia Herrero ha afirmado que desde que saltó la crisis nadie de Vox se ha puesto en contacto con ellos. Aún así, ha dicho que afrontaba este pleno con la conciencia tranquila.

Ha recordado que ella, a diferencia de Badenas, sigue formando parte del gobierno municipal. Ha asegurado que tiene la confianza de la alcaldesa Catalá.

El gobierno de Catalá pierde su primera votación

Por cierto, hablando de la nueva aritmética. El gobierno local por primera vez ha perdido una votación en el pleno.

Ha salido adelante una moción de Compromís exigiendo a Catalá que firme un nuevo convenio con el Valencia que blinde los intereses de la ciudad y del club. Ha sido con los votos del PSPV. En total, 16. PP y Vox han votado en contra (15 votos) y los dos no adscritos se han abstenido.

Dice el gobierno municipal que de todas formas esa moción nace muerta porque el pleno no es el órgano competente para aprobar ningún convenio, sino que es la Junta de Gobierno. Pero Compromís recuerda que la moción lo que pide es que sea el gobierno quien apruebe ese nuevo convenio.

PP y Vox sí que han apoyado otra moción del PSPV en la que se exige al club que entregue certificaciones mensuales de la obra.

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