Rafael Aparisi: de Gandia a Madrid para lanzar su carrera musical compartiendo experiencias con grandes artistas
Acaba de recibir una de las simbólicas “Llaves de la Casa de los Autores” de la SGAE al cumplir 50 años como miembro de la entidad
De Gandia a Madrid y escribió canciones para Paloma San Basilio o José Feliciano, entre otros
Gandia
Rafael Aparisi, cantante gandiense, compositor y productor musical, ha recibido la “Llave de la Casa de los Autores” de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) como agradecimiento por su labor creativa y su contribución al patrimonio cultural y artístico español.
El artista de Gandia forma parte de la SGAE desde el año 1975, donde tiene casi 80 títulos registrados.
Se marchó a Madrid en la década de los 70 para abrirse camino en el mundo musical y asegura que le ha ido mucho mejor de lo que esperaba. Así nos lo comentaba durante la entrevista realizada en el programa “Hoy por Hoy Gandia”.
De Gandia a Madrid y escribió canciones para Paloma San Basilio o José Feliciano, entre otros
Siendo todavía adolescente, había entrado en el mundo de la música al frente de Los Duendes y, después, de los Tifones. Según recordaba Aparisi: “en 1975 me estrené en solitario con la canción “Shikin Dawn”, que llegó al número uno en las listas de España y varios países de América”.
Un año después ganaría el premio de “Cantautor revelación del año” con “Guitarra de tu cuerpo” y, al siguiente, entraría en las listas de Estados Unidos y buena parte de Europa con “Mi primera canción”.
En 1980 ganó, con el tema “Alma de Seda”, la Sirenita de Plata en el Festival Internacional de la Canción de Benidorm.
Son solo algunos de los hitos en su carrera artística que ha incluido producciones para Judy Preston y Pablo Amor. Ha escrito canciones para artistas reconocidos, entre los cuales, Paloma San Basilio o José Feliciano.
Su amigo Fernando Castaño, hermano del popular periodista Pepe Domingo Castaño, le escribió: “bohemio al uso, un romántico empedernido al que, en sus años de juventud en Madrid, se le podía encontrar paseando con su guitarra de compañera al hombro y dispuesto siempre a cantarte una canción con una sonrisa y exquisita amabilidad”.