Los bomberos pueden negarse a participar en desahucios como el de la calle Caixers de València

València

Los bomberos no tienen porqué participar en desahucios. Eso es lo que defiende la Plataforma de Bomberos contra los Desahucios, una organización a nivel estatal que busca defender los derechos de aquellos compañeros que no se sienten cómodos llevando a cabo operativos de desalojo.

Un ejemplo muy claro ocurrió hace unas semanas, cuando una dotación de bomberos participó en el desahucio de una vivienda del bloque okupado de la calle Caixers, en el que un grupo de activistas se había encaramado a unas estructuras de madera para intentar evitar la entrada de la policía. Todo ese bloque había sido adquirido por un fondo de inversión que pretende destinar todas sus viviendas a alquileres turísticos.

En estos casos, en teoría, se avisa a los bomberos porque se considera que las vidas de esos activistas corren peligro. También pasó hace no mucho en Vallecas.

Pero Mario Aspano, portavoz de esta Plataforma, avisa de que eso no es así, los activistas no corren peligro de por sí a menos que alguien, la policía, intente moverles y les haga caer. Por esa regla de tres, dice Aspano, los bomberos tendrían que estar actuando con todas las personas que día a día se suben a andamios o realizan trabajos en altura. Es una "burda excusa" para obligarles a acudir, dice.

Esta plataforma tiene un equipo legal que rebusca en las leyes, tanto estatales como autonómicas, si hay algo que obligue a los bomberos a participar si la policía se lo pide. Todavía no han encontrado nada.

Aspano, además, resalta que los profesionales tienen derecho a la objeción de conciencia si no se sienten cómodos realizando actuaciones como estas. Y apunta también que si no se ofrece alternativa habitacional a quien es desahuciado, se infringe la normativa europea, por lo que ellos no tiene porqué ser obligados a participar de algo ilegal.

Bomberos contra los Desahucios no defiende, en ningún caso, que esa actuación deba hacerla algún otro cuerpo de seguridad o emergencias. Aspano insiste en que la única solución posible es, directamente, ofrecer una alternativa habitacional para la persona desalojada.

Y resalta también que el problema de la vivienda es algo que afecta al conjunto de la sociedad, por lo que debe ser abordado con urgencia y no destinar recursos públicos, como son los bomberos, a defender intereses privados.

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