Sociedad

Operación de la Guardia Civil contra el cultivo de marihuana en Murcia

Un hombre ha sido detenido en la pedanía de Sangonera la Seca donde regentaba una finca de 26.000 metros cuadrados en la que cultivaba cannabis de manera intensiva

Cultivo de marihuana en Murcia desmantelado en la 'Operación Mazave' / Guardia Civil

Murcia

La operación ‘Mazave’ se inició el pasado mes de febrero, cuando se alertó a la Benemérita de la comisión de un robo con violencia en una vivienda en la pedanía murciana de Sangonera la Seca, informan fuentes de este Cuerpo.

Los guardias civiles se trasladaron hasta el lugar y comprobaron in situ que el hecho delictivo investigado podría tener relación con un posible ‘vuelco’ de droga.

Al parecer, los autores del robo accedieron a una finca y se identificaron como agentes policiales esgrimiendo armas cortas de fuego, que utilizaron en varias ocasiones, pero erraron en la ubicación y no consumaron el robo, ya que habían accedido a la finca colindante.

Los especialistas en Policía Judicial de la Benemérita continuaron con la operación y obtuvieron indicios sobre la posible vinculación con el tráfico de drogas de la finca colindante a la del asalto en grado de tentativa.

La práctica de la correspondiente inspección técnico-ocular y recogida de muestras permitieron constatar las circunstancias acaecidas y concretar que el morador y propietario de la finca colindante tenía antecedentes penales por este tipo de hechos, así como que la finca tenía una conexión ilícita a la red eléctrica.

Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, la Benemérita ha llevado a cabo la entrada y el registro de la finca objeto de la investigación en la pedanía murciana de Sangonera la Seca, de 26.000 metros cuadrados de superficie, en la que se hallaron diferentes tipos de drogas y se detuvo al presunto autor de la actividad ilícita ahora esclarecida por los delitos de cultivo y elaboración de drogas, defraudación de fluido eléctrico y tenencia ilícita de armas.

Durante el registro, los guardias civiles hallaron un zulo que ocultaba bajo tierra un invernadero tipo indoor, que en ese momento tenía un centenar de plantas de marihuana en cultivo.

Además de las plantas, los guardias civiles se incautaron de los sofisticados elementos de iluminación, calefacción, riego y ventilación que componían el invernadero, así como cuatro kilogramos de cogollos de marihuana dispuestos para su distribución y 75 gramos de metanfetamina (MDMA).

También se incautó una escopeta de caza sin documentación y munición para la misma.

Los investigadores pudieron determinar que la finca tenía todas sus estancias y estructura predispuestas y destinadas al cultivo intensivo de marihuana tipo indoor, desde hace varios años.

Dentro de la finca, en los alrededores de la vivienda se localizó una cantidad considerable de maceteros desmantelados, bolsas de nitratos y elementos propios para esta actividad delictiva.

Los guardias civiles también verificaron la existencia de unas medidas de seguridad extremas en la finca, al utilizar un sofisticado sistema de circuito de videovigilancia, con una veintena de cámaras de gran potencia y alcance, así como una decena de perros de una raza potencialmente peligrosa distribuidos estratégicamente alrededor de todo el perímetro del inmueble, con el que pretendía evitar el acceso de cualquier persona.