Incautan más de 200 teléfonos móviles en la cárcel de Albocàsser en los últimos 5 años

Castellón

Los teléfonos móviles se han convertido en uno de objetos estrella en el interior de la prisión, creando un mercado negro con graves consecuencias para el orden interno, según denuncian desde el sindicato ACAIP-UGT.

Entre 2020 y 2024 se han incautado un total de 218 terminales en el centro penitenciario de Castellón 2, ubicado en Albocàsser. Solo el año pasado se requisaron 45 dispositivos. En los centros dependientes de la Secretaría General de instituciones Penitenciarias el número asciende a 12882.

Delitos de terrorismo o violencia de género

Según indican desde el propio sindicato, muchos de estos dispositivos son utilizados por internos especialmente peligrosos, como condenados por delitos de terrorismo, violencia de género o pertenecientes a bandas organizadas, cuyas comunicaciones están restringidas por motivos legales o de seguridad.

Desde el sindicato denuncian además que el acceso a estos teléfonos no solo les permite continuar con su actividad delictiva, sino que también genera conflictos internos, deudas entre presos y episodios de violencia relacionados con su control y tenencia.

Introducir dispositivos móviles a través de drones

Además, han surgido nuevos métodos de introducción : los drones. Su capacidad de sobrevolar instalaciones y depositar objetos con precisión convierte a estos dispositivos en vectores de riesgo casi indetectables, capaces de burlar las defensas actuales de los centros.

Desde ACAIP- UGT afirman que los inhibidores instalados hace años, basados en redes 3G, han quedado obsoletos ante el avance de las telecomunicaciones y reivindican que es imprescindible dotar a los centros penitenciarios de sistemas de inhibición actualizados que impidan el uso de teléfonos móviles en su interior y eviten que drones sobrevuelen zonas restringidas.