Catadau: "Lo que nos ocurrió el día de la DANA es culpa de la mala planificación urbanística"

València

Llegamos a la Semana Santa, y en 'València 2025: Renacer tras la DANA' seguimos nuestro viaje para conocer la realidad de los municipios afectados por la DANA del pasado 29 de octubre.

En Catadau, al igual que en Llombai i Alfarp, las lluvias fueron muy fuertes desde la madrugada y los vecinos de algunas zonas del casco urbano tuvieron que achicar aguar ya durante las primeras horas de esa mañana. Y no solo eso, también durante la tarde del 29 de octubre el agua volvió a inundar parte del pueblo, la zona más baja. Hay barrancos que prácticamente desembocan en el municipio, y aunque estos tres pueblos del Marquesat no ha sido de los más afectados, sí sufrieron inundaciones en viviendas, daños y pérdidas considerables en el campo, en las infraestructuras de regadío y en algunos caminos y accesos.

Cómo están casi seis meses después y cómo recuerdan aquel 29 de octubre lo hablamos con su alcalde, José Escuder, y con un vecino de la zona inundada e ingeniero de profesión, Ricardo Micó.

Capítulo 16, Catadau (vídeo)

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Una mala planificación urbanística desde hace décadas

Escuder y Micó nos enseñan unos planos del municipio en los que tienen marcadas las líneas por las que discurre el agua, tanto la que le llega al municipio casi directamente de la montaña como la de Llombai, su municipio vecino. Explican que hay algunos barrancos que prácticamente atraviesan el municipio, a lo que se suma que Llombai tiene un solo conducto que envía a Catadau sus aguas pluviales y fecales.

A esto se suma, lamentan, una mala planificación urbanística desde hace décadas. "El plan urbanístico vigente tiene 40 años y anteriormente ya había cosas planificadas", explica Micó, quien ha sufrido otras dos inundaciones importantes en su casa antes de la del 29 de octubre, aunque eso sí, no de las dimensiones de la de hace casi seis meses. "A lo largo de estos 40 años se habrían podido hacer algunas cosas como instalar colectores de diámetro suficiente para albergar toda el agua residual", lamenta este vecino, que pide una infraestructura urgente para que no vuelva a ocurrir. "En definitiva, cuando te entra agua, sean 80 centímetros o un metro, afecta de la misma manera".

Precisamente para que no vuelva a ocurrir el alcalde José Escuder ha trabajado en desarrollar un proyecto que ya venía de años anteriores y que, según afirma tajante, se hará "sí o sí". En estos momentos está en negociaciones con la conselleria y con el ministerio para que este problema arrastrado históricamente en el municipio se convierta en realidad. "Es un proyecto que debería haberse puesto ya en marcha".

Dos inundaciones en día 29

Micó y Escuder relatan cómo recuerdan aquel dia 29 de octubre y cómo ya de madrugada llovía intensamente en el municipio. Y no solo la lluvia, también una intensa granizada hizo que los vecinos y vecinas amanecieran en alerta y desde el consistorio se decidiese suspender las clases alrededor de las 7 de la mañana.

El primer edil recibió las llamadas de los alcaldes de Tous y de Carlet en las que le advertían de inundaciones. Fue cuestión de minutos que el agua comenzara a inundar también las calles de Catadau. Durante estas primeras horas del día 29 el foco estaba puesto en Catadau y en otras localidades de la Ribera inundadas. Había problemas en Carlet, en l'Alcúdia, en Castelló de la Ribera, incluso una persona desaparecida. "Con la situación que teníamos pensábamos casi que éramos el ombligo del mundo", cuenta Escuder. Sin embargo, y cuando al mediodía ya pensaban que lo tenían todo controlado y habían achicado toda el agua de sus casas, a partir de las 15.30 h volvieron a sufrir las consecuencias de las persistentes lluvias y el agua arrastrada por los barrancos. El nivel de agua dentro de sus casas superó el metro y medio en algunas zonas.

Además de las viviendas, las inundaciones, el viento y los tornados que se produjeron en la zona tumbaron torres eléctricas, destrozaron caminos rurales y sistemas de regadío y echaron a perder prácticamente todo el cultivo de caqui y parte de cítricos que estaba pendiente de recolectar. Casi seis meses después no ha vuelto la normalidad a este municipio de La Ribera, donde a pesar de que las inundaciones se han repetido a lo largo de la historia. Lo que ocurrió el 29 de octubre de 2024 les ha condicionado al menos para exigir que se lleven a cabo de una vez las obras necesarias para que en futuras inundaciones los daños no sean tan devastadores.

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