Una participación ciudadana algo más ambiciosa

València

València llegó tarde a esto de los presupuestos participativos. Mientras otras ciudades llevaban décadas dejando en manos de los vecinos y vecinas determinadas inversiones, en la capital del Turia no fue hasta 2016 cuando se tuvo la primera experiencia. Se le bautizó con el nombre de Decidim Valencia y la lideró València en Comó la marca de Podemos en el primer gobierno progresista presidido por Ribó tras 24 años de gobierno de Rita Barberá. Desde 2016 la iniciativa ha sufrido algunos vaivenes, con inversiones decididas por la ciudadanía nunca se ejecutaron, y con otras salpicadas de polémica porque salieron adelante con muy pocos votos. Sea como sea esta herramienta de participación ciudadana, es irrenunciable, ha venido para quedarse, eso sí, debe evolucionar, debe mejorar en muchos aspectos, y llegar al máximo número de participantes posible, es decir, ser mucho más ambiciosa, que es lo que le faltó a las anteriores experiencias.

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