Científicos castellonenses prueban con éxito moléculas que serían capaces de frenar el cáncer
Un equipo de la Universitat Jaume I de Castelló ha probado la eficacia de moléculas que serían capaces de bloquear el crecimiento de células cancerosas
Imagen de archivo de una científica trabajando en un laboratorio.
Castellón
La Universitat Jaume I de Castelló ha probado con eficacia moléculas capaces de mejorar la inmunidad o reducir la inflamación del ecosistema tumoral y bloquear el crecimiento de células cancerosas, según ha informado la institución académica en un comunicado.
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En el desarrollo de un proceso tumoral, las células cancerosas no están solas, sino que se encuentran rodeadas de componentes, tanto celulares como no celulares, con los que interactúan, lo cual deriva en la formación de un ecosistema singular llamado microambiente tumoral (MT).
Se trata de un entorno complejo en el que las células cancerosas encuentran las condiciones ideales para crecer y desarrollarse y que ejerce un papel crucial en la progresión y respuesta del cáncer. El reconocimiento de su importancia como diana biológica y de su implicación en la aparición de resistencias por parte del tumor lo ha convertido en los últimos años en objetivo de investigación para nuevos tratamientos contra esta enfermedad.
El mecanismo de acción
Un equipo de la Universitat Jaume I de Castelló, liderado por la investigadora Eva Falomir Ventura, coordinadora del grupo Química para la Medicina (JMC), ha probado, con resultados prometedores, la eficacia de moléculas previamente diseñadas y sintetizadas por el mismo grupo. Serían capaces de bloquear el crecimiento de células cancerosas gracias a su capacidad de alteración de algunas propiedades del microambiente, como la inmunidad, la inflamación o la creación de nuevos vasos sanguíneos.
En los diferentes estudios que están realizando en el proyecto 'Desarrollo de nuevos agentes anticáncer multidiana con potencial efecto disruptivo en el microambiente tumoral', financiado por la Agencia Estatal de Investigación del Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023, que finaliza en septiembre de 2025, el equipo investigador ha sintetizado y evaluado biológicamente más de un centenar de pequeñas moléculas orgánicas de tipo ariltriazoles y tetrazoles, de tipos estireno y derivados estirilurea o estirilcarbamatos.
Resultados preliminares
Los resultados preliminares han mostrado, por ejemplo, que los compuestos con plantilla tetrazólica o triazólica no son nada tóxicos por sí mismos, pero tienen capacidad para bloquear el crecimiento de células cancerosas cuando estas están en presencia de células defensivas como las células T o los monocitos.
Se ha comprobado que, in vitro, algunos de estos compuestos son capaces de modular la inflamación, reduciendo la presencia de citocinas proinlamatorias en MT y de estimular la capacidad inmunológica, activando las células defensivas contra las tumorales. Además, algunos de ellos se han mostrado selectivos para diferenciar las células cancerosas de las sanas y propiciar la apoptosis -muerte programada- de células malas.
En algunos de estos compuestos diseñados por el grupo la experimentación in vitro sugiere que son moléculas con capacidades inhibidoras en dos de las proteínas que tienen un papel crucial en la extensión del cáncer -la VEGFR-2, responsable de la creación de nuevos vasos sanguíneos y la propagación de las células cancerosas, y la PD-L1, que ayuda al cáncer a evadir el sistema inmunitario-. Algunas de estas moléculas han manifestado que pueden aumentar la actividad de las células inmunitarias T CD8+, decisivas para luchar contra esta enfermedad.
Estos hallazgos sugieren el potencial de estos nuevos compuestos, aunque es necesaria una mayor investigación para explorar los mecanismos de acción detallados, optimizar su potencia y selectividad y evaluar su eficacia en modelos preclínicos y clínicos hasta que puedan convertirse en agentes terapéuticos para el tratamiento del cáncer.