Cuando una actividad económica ocupa el espacio público

València

Sin ánimo de polemizar hoy quisiera hacer una reflexión en torno a las actividades económicas que se desarrollan en València, en plena calle, y que ocupan el espacio público, y sobre las que no hay a día de hoy una regulación rigurosa. Pongo dos ejemplos de naturaleza bien distinta. Por un lado los entrenadores, los formadores, que dan clases individualizadas o en grupo a diario, en el jardín del Turia. Clases que cobran y para las que necesitan ocupar el espacio público. El segundo ejemplo, los autobuses turísticos. En este caso los clientes se cuentan por cientos, por miles. Es una actividad que ocupa el espacio público, cuando se detienen y cuando circulan. Ambas actividades carecen de marco regulatorio aunque especialmente grave es el segundo ejemplo ya que se trata de una actividad especialmente lucrativa donde el Ayuntamiento de la ciudad que, recordemos, maneja dinero de todos los vecinos y vecinas, está perdiendo una oportunidad de hacer caja.

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