Colapso en extranjería: pasan meses hasta conseguir una cita para renovar la tarjeta de residencia o pedir asilo

València

Pedir la protección internacional, el asilo, es toda una odisea en València. Es lo que denuncian organizaciones especializadas en migración, que aseguran que para poder tramitar una cita para obtener la condición de protegido hay que llamar a un número de teléfono solo un día de la semana a una hora concreta, lo que provoca grandes colapsos durante el proceso algo que deja a muchos de los solicitantes en el limbo.

Fuentes expertas consultadas por la SER cuentan que esta situación está favoreciendo la aparición de un mercado negro de citas, que pueden llegar a costar más de mil euros. Una de ellas, Rebeca Lino, abogada especializada en migración del Colegio de Abogados de València, explica que la espera para conseguir una de estas citas por una vía legal pueda durar muchos meses, incluso más de un año.

Una vulneración encubierta de derechos fundamentales

Estas mismas fuentes alertan de que este colapso administrativo, derivado principalmente de la falta de personal para atender las demandas de asilo y el resto de trámites de extranjería, supone una vulneración encubierta al derecho a la protección. Pero es que no solo ocurre en este ámbito. Las citas para conseguir renovar la tarjeta de residencia también son muy difíciles de conseguir, a pesar de que es un trámite urgente para que quien lo solicita pueda seguir con su vida normal.

Esta tarjeta es la demostración de que una persona tiene un permiso de residencia y, por tanto, no está en una situación administrativa irregular. Con ella, puede ser contratada, abrir una cuenta en el banco o acudir a la administración. Según explica Rebeca Lino explica, si este documento no se renueva cuando se debe, algo que puede ocurrir fruto de los retrasos con las citas, las cuentas bancarias asociadas a esa tarjeta se bloquean y la persona afectada ya no puede realizar pagos tan necesarios como, por ejemplo, el del alquiler.

Lino insiste en que el principal motivo de estos colapsos es la falta de personal. La solución, por tanto, está clara: ampliar plantillas, tanto de funcionarios como de agentes de la policía nacional dedicados a atender este tipo de gestiones. Para Lino es imprescindible garantizar que las personas migrantes tienen derecho a una vida digna y el Estado debe facilitarlo.

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