A esta ciudad no la conocería ni la madre que la parió (con perdón)

Alicante

Supongo que pasará en muchas administraciones, pero en el caso del Ayuntamiento de Alicante el lugar en el que se arrinconan los concursos de ideas ya no es un cajón. En nuestro caso, el sufrido cajón se ha quedado pequeño. Ese imaginado recinto tendría mucho más que ver con esos en los que aparecen los objetos perdidos que nunca nadie va a reclamar y en los que se olvidan desde dentaduras postizas a sombrillas o, incluso, alguna tapa de inodoro sin dueño.

Convocar un concurso de ideas para reformar una zona -en este caso, Sangueta- es dar una patada a seguir. Es una forma de evitar el placaje (politico). Es un 'Dios dirá'. Vamos, que tampoco tenemos mucho interés. O como diría Serrat, es un "niño, deja ya de joder con la pelota".

Pero volviendo a esas ideas, también suponen una gran cantidad de oportunidades malgastadas. Si se pudieran rebelar, sacudirse el polvo y manifestarse, podríamos tener una Sangueta con un palacio de congresos, un scalextric peatonal o un edificio de la estación de La Marina puesto en valor. Y por extensión, una ciudad que no la conociera ni la madre que la parió. Con perdón.

Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra