Cuando la electricidad sí molesta

València

No fuimos conscientes de la dependencia a la electricidad que tienen nuestras vidas hasta el pasado lunes. Por eso es importante poner en valor todas las infraestructuras que permiten que la luz llegue a nuestros centros de trabajo y a hogares. Entre los muchos equipamientos repartidos en la ciudad están las subestaciones, unas instalaciones que durante años han sido cuestionadas en nuestra ciudad. Nadie las quería al lado de su casa porque provocan molestias. Sonado fue el caso de la subestación de Patraix que hace casi 18 años sufrió una explosión en su interior. Pero las subestaciones son necesarias. El problema es que desde el episodio de Patrax, el Ayuntamiento quiere que sean soterradas. Pero construirlas bajo tierra tiene un coste elevadísimo y eso provoca las resistencias de las operadoras. Quizás ese requisito se debería flexibilizar, después de lo ocurrido, siempre y cuando se garantice que la instalación es lo menos molesta posible.

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