Las motos de alquiler invaden València

València

Desde hace unos días, un número indeterminado de motocicletas eléctricas de color morado con el logotipo de Cabify, 200 según la empresa, ha empezado a circular por las calles de València.

Los primeros días el operador las depositó en plazas de estacionamiento exclusivo para motos, pero con el paso de los días, ya hay muchas estacionadas ilegalmente en cualquier acera junto a las del resto de operadores.

Compromís advierte de que un informe del servicio de Movilidad del año 2020 constataba ya la presencia de casi 2.000 motocicletas de diferentes empresas operando en la ciudad y que, en base a la capacidad de absorción de vehículos en el espacio público de València, el máximo de motocicletas en alquiler no debería superar esa cifra.

Pero con la irrupción de esta nueva flota de motos de Cabify el gobierno de Catalá se salta este informe del Ayuntamiento. Un "saboteo en plena regla del trabajo de los técnicos", según el concejal de Compromís Giuseppe Grezzi, que cree que "se está primando el interés económico comercial de una empresa privada".

Estas motos ocupan el espacio público, invaden en muchas ocasiones las aceras. La semana pasada, por ejemplo, lo denunciaban aquí en la SER los vecinos de Ciutat Vella, que criticaban la pasividad de la Policía Local, que hace la vista gorda y no sanciona a estos vehículos de alquiler mal aparcados.

Además, Compromís alerta de la irrupción en València de tuk-tuks, esos vehículos de transporte para turistas al estilo asiático, de varias empresas que están operando en la ciudad, realizando paradas en el espacio público, incluidas plazas y espacios peatonales.

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Nueva regulación

Pero desde el ejecutivo local aseguran que es ahora cuando se va a regular esta actividad económica para poner cierto orden porque durante los ocho años de gobierno con Compromís en la alcaldía no se hizo nada al respecto.

Apuntan que esta materia de movilidad sostenible, respecto al fenómeno del sharing, lo único que se hizo fue prohibir el alquiler de patinetes con bases en la vía pública.

El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, recuerda que el motosharing lleva en funcionamiento en la ciudad de València desde hace años. "En realidad, desde el año 2018 ya existían motos compartidas en la ciudad de Valencia sin que la anterior corporación hiciera nada para su regulación" asegura el edil.

Carbonell reconoce que el servicio de movilidad emitió un informe, pero "fueron incapaces de ponerse de acuerdo la delegación de dominio o espacio público y de movilidad para llevar a cabo una regulación de esta materia".

"Es precisamente esta corporación la que por primera vez desde 2018 va a llevar a cabo una regulación para que la moto compartida en València se someta a unas reglas de uso ajustadas a las necesidades de la ciudadanía y también de viabilidad para las propias empresas que prestan el servicio", ha remarcado el concejal de Movilidad.

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