A juicio por lanzar amenazas contra el director general del Valencia CF

Valencia

"No tendríamos que dejar entrar a Mestalla a Corona ni a Solís, y menos aún a Arias, Tendillo, Voro y compañía por permanecer callados como putas, basta ya de cartelitos, tenemos que sacarlos a hostias", "Corona y Solís no vais a volver a dormir tranquilos, HIJOS DE PUTA", "Corona y Solís, la muerte es lo que os merecéis", "HAY QUE PONER EXPLOSIVO PLÁSTICO en la casa de Corona y Solís".

Estos son solo algunos de los mensajes publicados en redes sociales por diferentes usuarios, la mayoría anónimos, que llevaron a Javier Solís, director general del Valencia CF, a interponer una denuncia ante la Policía Nacional a principios de febrero de 2024. Ese proceso desembocó ayer en la celebración de un juicio en el Juzgado de Instrucción Número 16 de Valencia contra tres de esos usuarios de redes sociales, por delitos de amenazas y coacciones.

Amenazas de muerte

Además de aportar decenas de mensajes repletos de amenazas -algunas de muerte-, Javier Solís relata en su denuncia a la Policía Nacional diferentes secuencias de hostigamiento en vía pública por parte de uno de los acusados, quien reconoció durante el juicio ser miembro de la plataforma Libertad VCF. Vicente Monzó, letrado penalista que representa a Solís en la causa, solicita una multa de 360 euros para los tres procesados.

El 28 de febrero de 2023, con el equipo en serio riesgo de descenso a Segunda División, publiqué un artículo de opinión posicionándome en contra del vaciado de Mestalla que se proponía desde algunos sectores -aficionados y periodísticos- del Valencia CF. Dicho artículo, titulado 'El aficionado reivindicativo... pero responsable y tolerante', me generó insultos, amenazas y alguna pintada en las calles de la ciudad acusándome de vendido. No es agradable. Pero tampoco supone ninguna novedad.

En la Cadena SER nos graduamos en pintadas e insultos en el proceso de venta de 2014. Con cum laude. Uno de los párrafos de aquel texto, del que sigo defendiendo cada letra, decía esto: "No hay una forma única de cuidar al club, de preocuparse por él. Nadie puede arrogarse esa autoridad. El socio número 1, al que conozco bien, no lo haría. Arturo Tuzón, al que conocí bien, no lo haría. Vicente Peris, al que no conocí, pero imagino en la distancia, no lo haría. Si ellos no lo hicieron, no veo ni escucho a nadie a mi alrededor con la autoridad moral para hacerlo. A nadie”.

Todos hemos visto determinadas conductas de individuos en redes sociales y en los aledaños de Mestalla que transgreden líneas rojas y deberían haber encendido luces de alarma colectiva. Yo decidí no callarme en febrero de 2023 y elijo no hacerlo ahora. Sabiendo que es más cómodo el silencio o el blanqueo de determinados individuos. Algunos lo han hecho. Políticos, incluso. Ellos sabrán. Yo no voy a hacerlo.

La crítica a esta gestión de Meriton no solo es necesaria, sino obligatoria. Nadie quiere otra temporada como esta o la 22/23. Dicho y reivindicado está en cientos de programas de radio. Pero esa denuncia de Javier Solís no contiene críticas a sus decisiones como director corporativo o general. En esos folios y capturas aportadas hay amenazas de muerte y violencia explícita. Ese no puede ser el camino del cambio en el Valencia. Y los que portan el altavoz para decir o teclear esas barbaridades no pueden -o no deberían ser- referentes de nadie.

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