Emergencias

Villena

La semana pasada hablábamos de esos primeros auxilios que podemos realizar ante una situación urgente, pero ¿qué situaciones son una emergencia? ¿Cuándo hay que salir corriendo?

Un perro o gato que no puede hacer pipí es una emergencia. Podemos estar ante una obstrucción y la vida del animal corre peligro. Ocurre más en machos, porque su uretra es más estrecha y más larga que la de la hembra y podemos darnos cuenta simplemente porque vemos que el animal está en posición de hacer pipí pero no sale nada.

Una dificultad respiratoria es una emergencia. Cualquier situación en la que veas que tu animal tiene dificultades para coger el aire o para expulsarlo.

Las convulsiones. Normalmente estos episodios duran poco tiempo, aunque al dueño es normal que le parezca eterno y una vez que termina el animal vuelve a estar bien. Os va a parecer surrealista lo que os voy a decir, pero ante estos casos, más que estar encima de él acariciándolo o diciéndole que ya está que se relaje, tranquilo, que no va a surtir efecto, porque es totalmente involuntario lo que está sufriendo el animal, es más útil coger el móvil y grabarlo, ya que a nosotros, ver el episodio en sí, cómo es, a qué está afectando, cómo se recupera nos da mucha información.

También las pérdidas de conciencia son una emergencia.

Un envenenamiento es una emergencia también. Y os aconsejo no darle nada al animal. Es preferible llamar a la veterinaria y preguntarle qué podéis hacer mientras os estáis preparando para llevarlo, antes que darle leche o aceite porque hay sustancias que aún se absorben más en presencia de grasa, o hacerlo vomitar, ya sea porque el animal está semicomatoso y el vómito puede ser contraproducente o que sea un tóxico en el que no se aconsejan los vómitos.

Importante llevar, si es posible, el producto con el que se ha intoxicado.

Y muy importante! Que es una emergencia muy común en cuanto a envenenamientos o intoxicación: cuidado con pipetas o antiparasitarios de uso en perros que nos equivocamos y se lo ponemos al gato. Es más común de lo que nos pensamos, que tenemos pipetas para desparasitar al perro y al gato y nos equivocamos y le ponemos la del perro al gato. Hay antiparasitarios externos aprobados para perros que son muy tóxicos en gatos. CUIDADO.

Más situaciones que son de salir corriendo: los atropellos. Más que una fractura en una extremidad es por los posibles daños internos que pueda sufrir, por lo que hay que acudir a un centro de urgencias en el menor tiempo posible a que lo estabilicen y lo exploren a ver qué daños hay.

Los golpes de calor, ATENCIÓN, que no sé si os habéis dado cuenta pero ya llega el calor. Y os lo mencioné hace tres programas cuando hablé sobre la primavera. Los golpes de calor pueden ser mortales, bueno, en realidad son mortales si no se actúa con rapidez. En este caso, en el que te encuentras con que tu animal ha estado dentro del coche, en un patio o en una terraza, al sol, sin acceso al agua, y ves que está jadeando en exceso, tiene babas blancas muy espesas, las mucosas (la cara interna del labio) muy enrojecidas o moradas, se tambalea o está desorientado, tiene vómitos o diarrea… hay que acudir a un centro de urgencias sin perder ni un minuto. Lo que puedes hacer al encontrarlo es mojarlo y mientras vas de camino al centro, ponerle en cuello, axilas o ingles un frigorín envuelto en un paño, para ir bajando la temperatura corporal. Cuidado porque bajarla muy rápido también es contraproducente.

Otra situación común en emergencias son las dilataciones y torsiones gástricas. Sobre todo en perros de tórax amplio y profundo, o razas grandes y gigantes, por ejemplo: gran danes, san bernardo, Braco de Weimar, Rottweiler, Pastor alemán, bóxer…

Es una condición en la que el estómago se llena de gas (dilatación) y luego gira sobre sí mismo (torsión), y se bloquea el flujo de sangre, atrapando aire, comida y líquido. En pocas horas, puede ser fatal si no se trata quirúrgicamente.

En estas razas hay que tener mucho cuidado de no dar toda la cantidad de alimento del día en una sola toma, también que no coman muy rápido y sobre todo, que no hagan ejercicio ni salgan a pasear después de comer.

¿Cómo nos damos cuenta de que están teniendo una dilatación de estómago?

1. Distensión abdominal: El abdomen se ve hinchado y duro como un tambor. Muchas veces es visible y se nota al tacto.

2. Intentos de vomitar sin éxito: El perro tiene arcadas o náuseas, pero no logra vomitar nada.

3. Salivación excesiva: Babeo constante, a veces en grandes cantidades.

4. Respiración dificultosa o agitada ya que el estómago presiona el diafragma, lo que dificulta respirar.

5. El perro está inquieto y ansioso: se levanta, camina, se acuesta y se vuelve a levantar. Muestra signos de dolor abdominal intenso.

En estos casos: meter al perro en el coche y pitando al centro de emergencias más cercano.

Por último, tener un botiquín veterinario en casa nos puede sacar de alguna situación

Primero de todo, ninguna medicación humana en él. Hay medicaciones de humana que se cree que pueden beneficiar a nuestro animal al dárselas y realmente lo estamos intoxicando, así que mejor no usar nada.

¿Qué podemos incluir en este botiquín?

Un paquete de gasas, (no algodón), un spray desinfectante o betadine, vendas (cuidado con las vendas, con apretarlas mucho), guantes, tijeras, suero fisiológico en monodosis (para que no se te caduque o se te contamine), un termómetro (porque la temperatura se mide de una manera peculiar, y no querrás volver a usarlo) y alguna jeringuilla, sin aguja, por si hay que darle alguna medicación oral y poco más.