Los Realistas y Zíngaros de Elda renuncian al boato tradicional para abrir los desfiles con una propuesta más sostenible y auténtica
"Esta fórmula puede ser un modelo a seguir en el futuro"

Entrevista | Manuela Soriano (Zíngaros) y Paco Gracia (Moros Realistas)
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Elda
Las comparsas de Moros Realistas y Zíngaros abrirán los desfiles de este año sin presentar el tradicional boato. La decisión, tomada por motivos estratégicos y económicos, marca un punto de inflexión en la concepción del espectáculo festero, apostando por un formato más dinámico, directo y económicamente sostenible. Lejos de renunciar al brillo, ambas comparsas han optado por propuestas visuales que mantendrán la identidad y esencia de cada grupo sin recurrir a grandes despliegues escénicos.

Manuela Soriano y Paco Gracia, en el estudio de Radio Elda SER. / Cadena SER

Manuela Soriano y Paco Gracia, en el estudio de Radio Elda SER. / Cadena SER
Manuela Soriano, presidenta de los Zíngaros, explicó que su comparsa no tenía previsto realizar boato este año, ya que su turno oficial corresponde a 2027. Sin embargo, aprovecharán su posición de apertura tras un cambio con los Piratas para presentar una entrada “muy cíngara” que, aunque no será un boato al uso, sí dejará claro quiénes son al cruzar la calle. “Es una forma de hacer algo bonito sin caer en excesos”, subrayó Soriano, convencida de que esta fórmula puede ser un modelo a seguir en el futuro.
Por su parte, Paco Gracia, presidente de los Moros Realistas, argumentó que las prioridades actuales de la comparsa pasan por mantener la estabilidad económica y mejorar la sede social, antes que afrontar los elevados costes que implica un boato. “Hacerlo cuesta un dineral, y el socio no lo disfruta como piensa la gente”, señaló. En su lugar, la comparsa ofrecerá una apertura “100% realista”, con más presencia musical y visual, sin necesidad de grandes coreografías o carrozas externas.
Ambos presidentes coinciden en que esta decisión, aunque valiente, refleja la evolución lógica de unas fiestas que deben adaptarse a los nuevos tiempos. Consideran que propuestas más breves, reconocibles y auténticas podrían ser el futuro de los desfiles, priorizando la participación, la sostenibilidad y la conexión emocional con el público. “La fiesta cambia y no nos damos cuenta, pero pequeños gestos como este también forman parte de su evolución”, concluyeron.




