Ocho años de historia: el San Antón viviente no volverá tras su despedida en 2024
Rafa Vera, alma del pasacalles nacido en el cuartelillo La Ermita, se retiró por desgaste personal y ante la falta de relevo.
Declaraciones de Rafa Vera sobre "el San Antón viviente".
Elda
Durante ocho años, el pasacalles con un San Antón viviente se convirtió en uno de los momentos más esperados fuera del programa oficial de fiestas, nacido de forma espontánea entre amigos del cuartelillo La Ermita. Lo que comenzó como una ocurrencia improvisada tras una cena, con Rafa Vera como protagonista caracterizado, fue creciendo año tras año hasta transformarse en un evento multitudinario, sin incidentes destacables pero con una gran carga de responsabilidad. Rafa decidió poner punto final a su participación tras notar que el esfuerzo del domingo afectaba a su disfrute de las fiestas. "Al final, el compromiso que yo personalmente adquiría me condicionaba todo el fin de semana. Aguantaba pensando: el domingo hay que estar fresco", reconoce.
Rafa, decidió poner punto final a su participación tras notar que el esfuerzo del domingo afectaba a su disfrute de las fiestas. / Jesús Cruces
Así se clausura una etapa marcada por la camaradería, el ingenio y la implicación personal, donde incluso los gastos de la banda de música corrían por cuenta del propio cuartelillo. La puesta en escena, lejos de ser una convocatoria formal, nunca requirió seguro, ya que no se trataba de un evento oficial. Sin embargo, la responsabilidad y la prudencia siempre estuvieron presentes, y quizás por eso, en ocho años, nunca ocurrió nada grave, más allá de algún susto anecdótico.
Ahora, el grupo se encuentra en una etapa de transición. En este 2025, el ambiente será más relajado: se ha adelantado la banda de música al sábado por la mañana y se realizará un recorrido informal por cuartelillos amigos, finalizando en La Ermita. Aunque por el momento no hay nada preparado para sustituir al emblemático San Antón viviente, el cuartelillo no descarta idear nuevas sorpresas en el futuro. Rafa, con humor y realismo, admite: "Nos estamos haciendo mayores. Quitando uno que tiene 26, el resto ya estamos en la treintena... y con canas". Aun así, asegura que la imaginación sigue viva: "Tenemos buenas mentes en el cuartelillo. Son un pasote. Ya veremos qué se nos ocurre"