Vox exige a Barcala aceptar su agenda ideológica si quiere su apoyo al plan de ajuste

Alicante

Vox aprieta al PP para darle su apoyo al plan de ajuste que debe aprobar el equipo de gobierno tras incumplir la regla de gasto del año pasado en más de 29 millones de euros. Entre otras cuestiones, los de Abascal tienen una veintena de exigencias, la mayoría de ellas sobre cuestiones ideológicas como la eliminación de la celebración del Día del Orgullo LGTBI+ o el cierre de los centros y pisos tutelados que acogen a menores no acompañados.

Unas exigencias que se unen a las de recuperar la bajada del IBI pactada en los presupuestos y que el edil de Hacienda, Toni Gallego, ha eliminado sin consultar a la ultraderecha para intentar cuadrar ese desajuste presupuestario del pasado ejercicio.

Por ello, Vox insiste en que el concejal debe dimitir o ser cesado por Barcala. Aceptarían eso sí, que se le retirara las competencias de Hacienda, siempre y cuando se les permita acceder a todos los expedientes aprobados por Gallego hasta la fecha en la Concejalía de Deportes, el otro área que dirige Gallego.

Además del fin de la celebración de los actos municipales con motivo del Día del Orgullo, la ultraderecha también quiere que se eliminen otras "celebraciones ideológicas", dicen, como el 8M, el Día de la Mujere, o que se reformulen otras como la del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25N, que debería denominarse "contra todo tipo de violencia doméstica e intrafamiliar".

Y sobre los centros de acogida a menores no acompañados, la formación que lidera Carmen Robledillo quiere pactar con los populares una declaración institucional para pedir en Pleno su cierre y también el de los pisos tutelados y que Barcala lo negocie directamente con el Consell de Carlos Mazón, de quien dependen las competencias. Una cuestión de la que está haciendo campaña Vox también en otros Ayuntamientos como, por ejemplo, recientemente en el de Madrid.

También tienen exigencias concretas para el alcalde Luis Barcala como realizar una advertencia pública sobre el aumento de la inseguridad en Alicante fruto de inmigración ilegal o rechazar el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030.

Por otro lado, exigen el cierre de los patronatos de la vivienda y de escuelas infantiles, por incumplir la regla de gasto, la eliminación de los nichos del cementerio específicas para musulmanes, el cierre del Consejo de la Juventud y la derogación del Plan de Juventud o la eliminación de todas las ayudas a los sindicatos UGT y CCOO y que solo puedan participar en los órganos municipales que exige la ley.

Si el primer edil quiere contar con el apoyo de Vox al plan de ajuste que debe aprobar el PP antes de finalizar el mes de julio, Barcala deberá comparecer en rueda de prensa y acepatar estas propuestas. Si no, advierte Carmen Robledillo, portavoz municipal de Vox en Alicante, "el Ayuntamiento tendrá que ser intervenido económicamente por el Gobierno".

Por último, los de Abascal también exigen poder supervisar para dar su visto bueno, antes de su aprobación, a todas las subvenciones y convenios con entidades públicas y privadas y a la programación del área de Cultura para evitar eventos ideológicos. Plantan, además, que se inicie la tramitación en Les Corts de Alicante como municipio castellano hablante.

El PP habla de "mano tendida"

En definitiva, Vox ha decidido apretar, y mucho, al PP, con quien, hasta ahora, habían acordado las principales cuestiones de la legislatura. Lo hacen, aseguran, porque los populares han roto el acuerdo presupuestario alcanzado en su día y "ahora hay que negociar un nuevo pacto".

Y, precisamente, el equipo de gobierno del PP, a través de un escueto comunicado, se limita a asegurar que mantiene su “mano tendida” y su “total predisposición al diálogo” para “que no se detengan los múltiples proyectos en marcha y que son necesarios para la ciudad”.

Un comunicado firmado por la portavoz municipal, Cristina Cutanda, en el que no se especifica si esa mano tendida es para Vox o para los otros grupos de la oposición.

El PSOE se ofrece al PP

Una imposición ideológica que ha encontrado ya respuesta en la oposición municipal. El grupo socialista ofrece a Barcala la abstención en la aprobación del plan de ajuste, "si no accede al chantaje de Vox" que califica de "inadmisible".

Su portavoz, Ana Barceló, ofrece la abstención del principal grupo de la oposición "a cambio de no claudique", ha dicho, "ante ninguna de las medidas racistas, misóginas y homófobas planteadas por la ultraderecha".

“Es evidente que Vox somete a chantaje al gobierno de Barcala, ha insistido. Asimimsmo señala que ha sido Barcala quien ha dado alas al discurso de la ultraderecha, pero ahora tiene la oportunidad de frenar este ataque contra los derechos fundamentales", añade.

Pese a este apoyo, desde el grupo socialista, además, entienden que el edil Toni Gallego no puede seguir al frente de Hacienda por "tener gran parte de la responsabilidad de la situación a la que se ha llegado". Pide al alcalde que lo cese en sus responsabilidades.

Colectivos LGTBI+

Por su parte, desde colectivos como Diversitat LGTBI+, Alicante Entiende y Entendemos ya han manifestado su "más absoluta condena" ante exigencias del partido de extrema derecha y estudian posibles medidas.

Juan David Santiago, presidente de Diversitat, ha calificado propuestas como la eliminación de los pisos tutelados para menores inmigrantes o la supresión de las celebraciones municipales del Orgullo LGTBI, de profundamente inhumanas, insolidarias y peligrosas.

Atacar a menores en situación de vulnerabilidad y perseguir la visibilidad y los derechos de las personas LGTBI+ es un acto de cobardía política, ha remarcado y asegura que "nos retrotrae a las épocas más oscuras de nuestra historia reciente y que no se puede construir ciudad desde el odio ni desde la exclusión".

Se ha dirigido al alcalde Luis Barcala y a los partidos democráticos del Consistorio para que "no cedan al chantaje de la intolerancia".