La tranquilidad que necesita la Malva-rosa

València

El gobierno de María José Catalá, sabedor de que los vecinos de la Malva-rosa retoman esta tarde sus protestas para reclamar soluciones para el barrio, difundió ayer fotografías del estado en el que se encuentran algunas viviendas de Casitas Rosas, el principal foco de conflicto en el barrio. Fotografías para reforzar el mensaje de que se están haciendo inspecciones, de que se está trabajando en el lugar, con el fin de elaborar un plan de actuación integral.

Sin embargo, mucho me temo que estas explicaciones no van a convencer a los manifestantes de esta tarde porque su hartazgo viene de lejos. De hecho en las últimas décadas ningún partido ha sabido encontrar la tecla para tratar de resolver los problemas de convivencia y de droga que allí se producen. No les culpo, el problema es de una complejidad tal que sobrepasa en realidad las competencias de un Ayuntamiento. Pero eso no debe servir de excusa. La Malva necesita de tranquilidad a toda costa.

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