Detenido tras atrincherarse armado con cuchillo en Carrús durante un brote psicótico
El altercado terminó sin heridos graves, pero con el vecindario conmocionado por la violencia del episodio.


La tarde de este domingo, el barrio ilicitano de Carrús vivió momentos de gran tensión. Un hombre armado con un cuchillo fue protagonista de una serie de altercados que alarmaron a comerciantes y vecinos de la zona, especialmente en la calle Joaquín García Mora.
Durante cerca de un cuarto de hora, el individuo que se encontraba en pleno brote psicótico, según fuentes sanitarias recorrió varias calles con actitud errática y violenta. Entró en comercios, profirió gritos en árabe y llegó a amenazar a menores, lo que desató una oleada de llamadas de auxilio a los servicios de emergencia.
La Policía Local y Nacional actuaron de forma conjunta, acordonando la zona cuando el hombre se atrincheró en su vivienda. Desde el balcón, lanzó objetos a la calle mientras insultaba a los viandantes y amenazaba con autolesionarse. Los bomberos facilitaron un ariete para derribar la puerta, y fueron finalmente los agentes, protegidos con escudos, quienes lograron reducirlo en el balcón del domicilio, poniendo fin a una escena que fue seguida con angustia desde las ventanas por los residentes.
Durante el episodio, el hombre que vive solo, tiene antecedentes por problemas psiquiátricos y ya había sido intervenido en otras ocasiones llegó a autolesionarse en los brazos y muñecas con el mismo cuchillo con el que antes había asustado a dos niñas. Una de ellas, de apenas seis años, fue retenida brevemente en un establecimiento.
Tras su detención, el agresor fue trasladado a un centro hospitalario, donde permanece ingresado en la unidad de Psiquiatría. Está previsto que pase a disposición judicial en las próximas horas, aunque su estado mental podría retrasar los trámites. De momento, se le imputan delitos de amenazas graves, atentado a la autoridad y daños.
Desde el juzgado de guardia se ha informado de que ya se han activado los protocolos médicos y judiciales pertinentes. El vecindario, que aún intenta recuperar la calma, reclama más recursos de atención en salud mental para evitar que hechos como estos se repitan.




