Escuelas de verano: inaccesibles para las familias vulnerables

Acaban las clases en colegios e institutos y comienza el eterno problema de la conciliación. ¿Qué hacemos con nuestros hijos? ¿Los apuntamos a un campamento o una escuela de verano? ¿Hay ofertas asequibles para todos los bolsillos? ¿Hay suficientes plazas públicas gratuitas? Más allá de le habitual ayuda de los abuelos, que solucionan el problema como buenamente pueden, nos preguntamos qué opciones tienen las familias, especialmente aquellas más vulnerables o que, por ejemplo, han estado afectadas por la DANA.

En Hoy por Hoy Valencia hemos hablado con Rubén Pacheco, presidente de la Confederación de Familias Gonzalo Anaya, quien reconoce que en la gran mayoría de los casos hay que afrontar esos gastos, pues son muy pocas las familias que acceden a esas plazas gratuitas. Por tanto hay que pagar, más o menos, en función del municipio: en Valencia, por ejemplo, no hay opciones de escoletes d'estiu gratuitas, pero sí en otros municipios, como por ejemplo los afectados por la DANA, que se movieron rápido para acceder a las ayudar de los difirentes ministerios.

En el caso de estos municipios afectados por la DANA, tienen un problema añadido, que es la falta de colegios en algunos casos, por lo que han tenido que habilitar espacios públicos para albergar estas escuelas de verano.

Las escuelas de verano de pago no están al alcance de todos los bolsillos, ni siquiera cuando los dos padres trabajan, ya que si los sueldos son precarios, es un gasto difícilmente asumible. Existen, añade Pacheco, opciones de juventud, pero básicamente son cursos pensados para adolescentes, y no para edades inferiores. Diversas ONG's proponen estos cursos.

Una de ellas es Save the Children, cuyo delegado en la Comunitat Valenciana es Rodrigo Hernández, quien también ha participado en este programa para explicarnos que ellos organizan todos los años colonias de verano para los niños y niñas más vulnerables, prestando este año especial atención a los municipios afectados por la DANA. Sus escuelas de verano tienen cuatro pilares fundamentales: la alimentación, la educación, la conciliación y la necesidad de que los niños descansen y se diviertan en verano.

Save the Children ofrece dos tipos de iniciativas: colonias urbanas, que se ubican en diferentes barrios de Valencia, y campamentos externos alejados de los municipios más castigados y que suponen una desconexión positiva para los niños. Nos recuerda Rodrigo Hernández que la tasa de pobreza oficial infantil en la Comunitat Valenciana es del 39,9%. Para estas familias, señala, el verano es como una nueva cuesta de enero.

Las plazas, sin embargo, están cubiertas, y ahora mismo el que se quiera inscribir tiene que entrar en lista de espera.