Viñas y Relatos, con el enólogo y narrador Rafael Poveda: La Condomina alicantina, cuna del Fondillón y testigo de siglos de tradición
“Las hogueras son como las vides: hay que podarlas cada año para que vuelvan a brotar y nos den el vino nuevo”

Viñas y Relatos, con Rafa Poveda
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Elda
Durante las Hogueras de San Juan, Alicante celebra no solo el fuego y la tradición, sino también su legado vinícola. El Fondillón, protagonista silencioso, conecta fiesta y memoria.
Alicante se prepara para vivir una de sus noches más esperadas: la plantà de las Hogueras de San Juan, que da comienzo oficial a cuatro días de celebración, fuego, música y emoción. En el espacio “Viñas y Relatos”, el enólogo Rafa Poveda ofreció una mirada más profunda sobre el simbolismo de la fiesta y su relación con el vino. “Las hogueras son como las vides: hay que podarlas cada año para que vuelvan a brotar y nos den el vino nuevo”, explicó.
Para Poveda, “quemar el pasado en la noche de San Juan es tan esencial como podar la vid en enero para obtener vino nuevo en verano”.
Originario de la huerta de Alicante, especialmente la zona de la Condomina, este vino ha estado presente en la historia económica y cultural de la ciudad durante siglos. “Ahí está el origen de todo: el vino que dio riqueza, prestigio y nombre propio a nuestra tierra”, recordó Poveda. Hoy, este vino histórico vuelve a las mesas alicantinas en plenas fiestas, maridado con la tradicional coca antoñina y brevas frescas, como símbolo de una identidad que fermenta entre fuego, memoria y uva Monastrell.




