Menores procedentes de Ucrania disfrutan de unas vacaciones alejados de la guerra

València

Hemos recibido la visita en "Hoy por Hoy Valencia" de dos madres de acogida, Rosa Domingo y Mabel Aguallo, responsables del programa de acogimiento que desde hace años organiza la entidad valenciana Fundación Juntos por la Vida, y a sus menores acogidas.

En estos momentos, parte del equipo de la entidad valenciana está en Ucrania, donde han ido con ayuda humanitaria donada, y confirman desde allí que es más necesario que nunca poder sacar a los niños y niñas de la zona de la guerra. El pasado miércoles partía desde Ivankiv un autobús con 54 menores que llegaba a València el pasado sábado, y en esos autobuses viajaban dos de las menores, Darina y Alona, que no es la primera vez que vienen a España. Llevan cuatro años viniendo cada verano a España. Con ellas hemos conversado de sus impresiones y de la relación con sus familias de acogida.

Este verano estarán con familias de acogida en la Comunitat Valenciana y algunos en Madrid, para tener un respiro del estrés de las alarmas, y de la situación que se está viviendo en Ucrania, que cada vez parece mas una película de terror. Las menores nos cuentan que sigue muriendo cada días mucha gente y que muchos menores aún no pueden ir al colegio con normalidad por las alarmas y los drones que sobrevuelan cada día sus casas. Su día a día es así desde hace tres años y siguen pasando miedo. Cuando está la alarma se esconden en el colegio, en un refugio que tienen y en los sótanos de sus casas.

Los progenitores de los pequeños se despedían con el consuelo de que sus hijos e hijas estarán tranquilos y en paz en España durante este verano. La entidad Juntos por la Vida lleva realizando estos programas de acogida desde hace 30 años, y ahora más que nunca sigue siendo necesario, según su presidenta, que despedía también a los menores junto al equipo de voluntarios ucranianos y españoles.

Las menores y los menores están hasta el 31 de agosto y vuelven en Navidad. Las coordinadoras del programa destacan que faltan familias españolas que acojan a menores ucranianos. Y es que los acogimientos suponen un coste económico que no todas las familias pueden soportar en su economía familiar, y otras familias no se atreven a acoger por desconocimiento. Ambas familias han contado su experiencia y cómo se generan vínculos familiares.

Los requisitos que se buscan en las familias de acogida son, sobre todo, tener ganas de acoger a menores y dar cariño. Y cuentan el dolor de las despedidas, un momento al que se van acostumbrando, sobre todo porque las menores tienen ganas de ver a sus familias.

“Los ataques a la población civil ucraniana se han intensificado, la situación por la guerra cada vez es peor después de tres años, la gente está harta y necesitan ya la paz. Sigue haciendo falta ayuda humanitaria y sacar a los niños de aquí para que puedan respirar un poco, lejos del horror de las noches y los días de la guerra”. Así lo relata desde Ucrania Clara Arnal, presidenta de la Fundación Juntos por la Vida, que junto con otros voluntarios, se encuentra en este país para distribuir ayuda humanitaria y organizar el verano para niños y niñas ucranianos. Algunos de los menores ya ha llegado a València para disfrutar de campamentos de verano en su país, con actividades lúdicas, para que también puedan olvidarse de la guerra durante un tiempo.

Campamentos de verano también para los que se quedan

Aunque la ONG valenciana puede desplazar a un grupo de menores, hay muchos otros que se quedan en Ucrania, sobre todo en las aldeas que están cercanas a Chernóbil con una economía de subsistencia, y que viven en condiciones de alta vulnerabilidad. En esas condiciones no tienen espacios lúdicos para poder ser niños y niñas.

Juntos por la Vida tiene un centro en Ivankiv, donde los niños y niñas de la zona pueden jugar y disfrutar de actividades lúdicas como opción extraescolar, aunque muchos de ellos no pueden ir a la escuela por la falta de refugios en esta zona. De esta forma, los pequeños pueden tener también un lugar de esparcimiento y diversión, y se les proporciona además un respiro a los padres.

Ayuda humanitaria en aldeas remotas

Con la situación actual que se está viviendo, la ONG considera que es más necesaria la ayuda y acción humanitaria, que llegue a zonas remotas. Voluntarios españoles y ucranianos de la ONG están yendo a las aldeas de Chernóbil que han sido ocupadas por personas sin recursos que llegan de la zona de Donbás.

Gracias a la campaña realizada internacionalmente por Brand Action, están repartiendo más de cinco toneladas de ayuda humanitaria que están comprando allí. De esta manera promueven la económica local con la compra de todos los materiales necesarios para realizar kits con alimentos, productos de higiene o medicinas para repartir entre la población civil mas vulnerable.

Misiles en Chernóbil, riesgo nuclear

Es una zona de recepción donde todavía hay contaminación ambiental, donde los recursos son inexistentes, donde no llega ayuda, y cada noche viven el terror de las alarmas y los misiles sobre Chernóbil, una amenaza no solo bélica, sino también una posible explosión nuclear, con consecuencias más graves que lo que que ocurrió en el 86.

Otro de los objetivos de este viaje es seguir mostrando el apoyo a los amigos y amigas ucranianos con los que han estado colaborando desde hace 30 años. Están apoyando a su gente con ayuda humanitaria y con los dos centros que Juntos por la Vida tiene en marcha. Uno de esos centros funciona con una contraparte local en Irpín-Bucha y otro con personas y voluntariado de la fundación en Ivankiv, con actividades para que sus habitantes puedan olvidarse de las noches y el estrés que están viviendo.

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