Caso Mosquera: es poco serio, y un mal síntoma, que el Valencia tarde un mes en presentar oferta de renovación

Valencia

Hoy se cumplen 24 días del programa en el que la Cadena SER desveló la intención del Valencia de retener a Cristhian Mosquera con una propuesta de renovación de contrato. Y 20 de la visita de Sergio Barila, agente del jugador, a la sede del club para escuchar en primera persona lo que esta emisora ya había explicado antes.

Son demasiados días, demasiada espera, para un jugador que tiene diferentes propuestas económicas en firme -intuyo que también acuerdos, al menos con Arsenal y Leipizig- y que termina contrato el 30 de junio de 2026. Lo lógico hubiera sido que Cristhian tuviera esa propuesta valencianista en cuanto terminó la Eurocopa sub'21 en Eslovaquia.

El entorno de Mosquera siempre ha deslizado, en privado, que el chaval no se quería marchar del Valencia acabando su contrato, de forma gratuita. Para el futbolista ha sido y es una prioridad marcharse -si es que tiene que irse- de forma elegante. Y agradecido con el club que le ha formado. Dejando dinero vía traspaso.

No tiene ningún sentido que esto se vaya a terminar embarrando. Es poco serio y nada entendible que el Valencia asegure que pretende renovar al jugador, que se lo diga incluso a su agente escenificándolo en una reunión en la sede del club (no es casualidad que no se realizara en un domicilio privado o en el reservado de un hotel) y haya pasado casi un mes sin que Mosquera pueda valorar una propuesta de renovación.

Me consta que Gourlay está operativo desde el día siguiente a su nombramiento aunque no haya fijado todavía su residencia en Valencia. No tiene ninguna justificación que vayan a llegar las dos ofertas del Arsenal antes que la propuesta de renovación del club de Mestalla. Es un mal síntoma. Veremos si se queda en eso o es algo más.