El calor nos confunde
El agotamiento por calor provoca debilidad, también en nuestros políticos
La Columna de Carlos Arcaya: "El calor nos confunde"
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Alicante
Debe ser la canícula, que provoca agotamiento y que a todos nos afecta.
A 4 de julio, en plena temporada alta vacacional, en una ciudad que se precia de ser turística, en la que hay que cuidar las playas como uno de nuestros principales atractivos y que por eso, recuerden, en Hogueras no se permitieron las fogatas, esa fatiga hace que se empiecen ahora a poner las boyas que limitan el acceso de embarcaciones a los arenales, que falten los servicios de hamacas y de sombrillas, que no se haya puesto en marcha el dispositivo para que las personas con discapacidad puedan disfrutarlas, que el ascensor de Virgen del Socorro lleve semanas estropeado, que en Tabarca los toldos sean de quita y pon o que la cuidad siga sucia y sin terminar de recuperarse de las hogueras.
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Ya saben que el agotamiento por calor provoca debilidad, mareos, desmayos, calambres y confusión. Y nuestros políticos también son humanos y tanto calor les sofoca. Un día votan para que Alicante sea castellano parlante en el Ayuntamiento y a la semana siguiente, en la Diputación, para que siga siendo valenciano parlante.
La noche..., perdón, el calor nos confunde.
