Alfarrasí cierra su festival “Nits a l’Ermita” y se consolida como cita cultural imprescindible en la Vall d’Albaida
El II Ciclo Internacional de Música transforma la Ermita del pueblo en un escenario de emociones compartidas con conciertos de cine, jazz, boleros y ópera que han cautivado al público


Ontinyent
El municipio de Alfarrasí ha vivido este verano una nueva edición de su proyecto cultural más ambicioso: el II Ciclo Internacional de Música “Nits a l’Ermita”, una propuesta que ha demostrado, con hechos y emociones, que la música puede transformar el territorio cuando se conjuga con el paisaje y el alma local.
Durante cuatro viernes —del 14 de junio al 5 de julio—, la ermita de la localidad se ha convertido en un enclave mágico donde resonaron bandas sonoras de cine, jazz latino, boleros inolvidables y árias de ópera, todo ello con una puesta en escena íntima, respetuosa y envolvente.
“No queríamos hacer un ciclo cualquiera. Queríamos un lugar donde el público pudiera escuchar con atención y conectar de verdad con los artistas. Esta ermita lo permite. Es el contrario del ruido: es una pausa compartida”.
— Carlos Casanova, director artístico del ciclo.
Cuatro conciertos, cuatro experiencias únicas
La inauguración del ciclo, el 14 de junio, corrió a cargo del Ensemble Solistas Valencia con un programa de música de cine alejado de los tópicos. Composiciones de Morricone y John Williams llevaron al público por un viaje sensorial donde cada nota parecía proyectarse sobre la ermita como si fuera una pantalla invisible.
El 28 de junio fue el turno del prestigioso pianista Pepe Rivero, quien conquistó al público con una fusión elegante de jazz latino e improvisación contemporánea. El espacio se llenó de complicidad y respeto, demostrando que en Alfarrasí hay lugar para propuestas musicales de alto nivel y sensibilidad.
La tercera noche, con Benny Rod como protagonista, cambió de registro para emocionar al público con clásicos como Bésame mucho o La malagueña. Acompañado por Solistas Valencia y las voces de Laura Sheerin y Omar Lara, el concierto ofreció momentos cargados de emoción, donde la voz se convirtió en el canal perfecto para conectar con los asistentes.
La clausura, el 5 de julio, fue simplemente memorable. La soprano Ruth Rosique, que sustituía a Montserrat Martí, firmó una actuación llena de elegancia y expresividad, con un repertorio que incluyó ópera, zarzuela y canción española. Su presencia escénica y calidad vocal cerraron el ciclo por todo lo alto.
“Este proyecto nace del cariño por nuestro patrimonio, pero también del deseo de compartirlo con música”.
— Ismael Sanvíctor, alcalde de Alfarrasí.
Cultura que cuida y emociona
“Nits a l’Ermita” se ha convertido en mucho más que un festival. Es una propuesta que cuida cada detalle, que busca la calidad por encima de la cantidad, y que entiende la cultura como tiempo compartido, memoria y afecto. Su consolidación viene respaldada no solo por la respuesta del público, sino también por el respaldo institucional, como el de Beatriz Traver, directora adjunta del Institut Valencià de Cultura, presente en una de las veladas.
Con la mirada ya puesta en la tercera edición en 2026, desde el Ayuntamiento de Alfarrasí agradecen la implicación de todas las personas e instituciones que han hecho posible el ciclo. Una iniciativa que deja huella porque no solo suena, sino que emociona y transforma.




