Calor y agricultura: "Algunos niegan el cambio climático, los agricultores valencianos lo padecemos"

València

El calor empezó muy pronto y aunque en lo que llevamos de verano, también pasó el verano pasado, no hemos tenido ningún episodio de calor extremo, ninguna 'ponentà', los días con temperaturas diurnas por encima de 30 grados (entre 35 y 40 en zonas de interior) y sobre todo las noches tan anormalmente cálidas comienzan a dejarse sentir en el campo.

Las asociaciones agrarias explican que las plantas, con tanto calor, detienen su actividad vegetativa. Necesitan más agua, lo que supone más costes. Y todo eso se traduce en un funcionamiento irregular.

Cambian los ciclos

Frutas y verduras maduran antes. Los árboles tiran más fruta con tanto calor, fruta que ahora en verano está en pleno proceso de engorde. Eso, según Carles Peris, en el caso de los cítricos, se va a traducir en una campaña por debajo de la media.

Desde AVA, José Francisco Sales, responsable de los servicios técnicos, cree que todavía es pronto para hablar en esos términos. Sí que teme que el calibre pueda resentirse pero considera que si las temperaturas vuelven a valores más o menos normales se detendrá la caída de fruta y no afectará en exceso a la campaña. A Sales le preocupa más otro aspecto del calor: favorece las plagas.

Al final, concluyen ambos, todo se traduce en un aumento de costes para el agricultor. No hay prácticamente ningún cultivo que salga beneficiado. En regadío los costes se disparan porque las plantas piden más agua. En secano los almendros están perdiendo las hojas y los olivares también están tirando el fruto lo que recortará también la campaña.

Toca adaptarse

Carles Peris salva al melón porque la campaña ha sido buena y tanto calor anima las ventas, pero para ahí. También señala que este calor favorece a cultivos considerados tropicales que como en caso de los aguacates cada vez tienen más presencia. Y explica que igual que se está haciendo ya con algunas variedades de cítricos, debería investigarse más para conseguir que los cultivos tradicionales de la comunitat sean más resitentes al calor y la falta de agua.

Ahí pone el acento Ricardo Bayo desde la Unión de Pequeños Agricultores, desde UPA-Ugt. Es necesario que agricultores y ganaderos asuman la nueva realidad que obliga a tomar medidas para ser más eficientes y recuerda que ayudas hay.

Y también para los ganaderos es un verano muy preocupante. En las granjas las temperaturas provocan golpes de calor en los animales que producen menos y de peor calidad. Algunos animales mueren por golpe de calor. Para paliarlo, el ganadero tiene que gastar más: ventiladores en las granjas, más agua, piensos...

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