El tomate, rey del verano y guardián del sabor tradicional

Dénia

En plena temporada estival, el tomate se convierte en el protagonista indiscutible de huertos, mercados y mesas. Su versatilidad, sabor y arraigo cultural lo hacen imprescindible en la dieta mediterránea. Así lo ha destacado el técnico medioambiental Agustí Espí en el espacio Xarxa Agrícola de Hoy por Hoy Dénia Marina Alta, donde ha compartido curiosidades, historia y consejos para su cultivo.

“El tomate se encuentra ahora en su mejor momento”, ha explicado Espí, quien ha recordado que el calor acentúa su dulzura natural. La planta, aunque delicada, ofrece una gran productividad si se cuida adecuadamente. Eso sí, este año, ha alertado, está siendo especialmente complicado por la proliferación de plagas como la tuta absoluta y enfermedades fúngicas como el mildiu, el oídio o la botritis.

Durante la entrevista, Espí también ha abordado el eterno debate sobre la naturaleza del tomate: ¿fruta o verdura? Aunque botánicamente se considera una fruta —al desarrollarse a partir de la flor—, en términos culinarios y legales, especialmente en Estados Unidos, se trata como verdura por cuestiones fiscales.

Originario de América, el tomate fue introducido en Europa tras la colonización. “Las primeras variedades eran muy distintas a las actuales”, ha señalado Espí, recordando que algunas incluso eran consideradas tóxicas por su interacción con platos de plomo en el siglo XVIII.

En la Marina Alta, los huertos familiares siguen cultivando variedades tradicionales como la tomaca valenciana o el cor de bou, frente a una industria más centrada en la resistencia al transporte que en el sabor. “En nuestros huertos, las tomacas maduran en la mata y se consumen al momento; por eso saben diferente”, ha afirmado.

Rico en licopeno —un antioxidante que aumenta al cocinarse—, el tomate no solo aporta sabor, sino también beneficios para la salud. Su popularidad global se ha visto reforzada por productos derivados como el kétchup, nacido como remedio medicinal.

Espí ha querido subrayar el papel de los agricultores tradicionales en la conservación de semillas locales: “Gracias a ellos hoy disfrutamos de una enorme variedad. Algunas variedades actuales son recientes y creadas en laboratorio, pero sin aquellos labradores no tendríamos esta diversidad”.

Una historia que, como el tomate, se sigue cultivando con paciencia, tradición y mucho sabor.