¿Cuánto nos ahorramos con la aerotermia?
Guía detallada para entender el ahorro que aporta de verdad

Grupo Aplus

Con los precios de la energía disparados y las facturas del invierno aún frescas en la memoria, muchas familias se preguntan si existe una forma más eficiente y sostenible de calentar su hogar.
Entre todas las opciones disponibles, la aerotermia está ganando protagonismo rápidamente. Pero no basta con decir que es eficiente: vamos a analizar con cifras y ejemplos concretos cuánto consume realmente la aerotermia, qué factores influyen y qué ahorro se puede esperar.
"La aerotermia permite climatizar una vivienda reduciendo drásticamente el consumo eléctrico, siempre que el sistema esté bien diseñado desde el inicio. El ahorro puede ser muy significativo respecto a sistemas tradicionales como las calderas de gas", explica Iván Bordonado, Jefe de Ventas en Grupo Aplus.
¿Qué es la aerotermia y por qué cada vez más hogares la están instalando?
La aerotermia es una tecnología que extrae energía del aire exterior, incluso en pleno invierno, para transformarla en calor. Esa energía se utiliza tanto para calentarla casa como para generar agua caliente sanitaria, e incluso para refrigerar durante el verano (aunque en zonas con alta humedad, mejor optar por aire acondicionado para refrigeración). Todo esto lo hace mediante un sistema de bomba de calor, que funciona de forma similar a un frigorífico, pero a la inversa.
La clave de su eficiencia está en el COP (Coeficiente de Rendimiento). Para explicarlo de forma sencilla: si el COP es de 4, significa que por cada unidad de electricidad que consumes, el sistema te da cuatro unidades de calor. Es como si pusieras una moneda en una máquina y te devolviera cuatro. Suena bien, ¿verdad?
Consumo eléctrico: cómo se calcula y de qué depende
El consumo de una bomba de calor depende de muchos factores, como el tamaño de la vivienda, la temperatura que se quiere alcanzar, el aislamiento de la casa y el clima exterior. Pero para tener una idea general, hay una fórmula bastante clara:
Consumo (kWh) = Potencia térmica(kW) x Horas de uso / COP
Por ejemplo, si tienes una bomba de calor de 11 kW que usas unas 6 horas al día y tiene un COP de 4, estarías consumiendo unos 16,5 kWh al día, lo que se traduce en unos 495 kWh al mes. Si pagas 0,16 € por cada kWh, eso sería unos 79 euros al mes.
Tabla orientativa de consumo y costes
| Potencia bomba | Consumo mensual (kWh) | Coste mensualestimado (€) | Coste anual (€) |
|---|---|---|---|
| 8 kW | ~375 | 60,00 | 720 |
| 11 kW | ~495 | 79,20 | 950 |
| 16 kW | ~720 | 115,20 | 1.382 |
Estas cifras, por supuesto, son orientativas. Cada casa es un mundo y cada instalación también.
Aerotermia frente a sistemas tradicionales: una comparativa con cifras reales
Imagina una vivienda unifamiliar de 220 m² que hasta ahora funcionaba con una caldera de gasoil. Esa familia gastaba unos 2.800 litros al año, a 1,556 € por litro. Eso supone más de 4.350 euros al año solo en combustible.
Si esa misma casa instala aerotermia, con una demanda anual de 20.000 kWh y un SCOP de 4,8, el consumo eléctrico sería de unos 4.167 kWh, es decir, unos 774 euros al año. El ahorro: más de 3.500 euros anuales.
¿Cuánto cuesta calentar 100 m² en invierno?
Para una vivienda de unos 100 m², bien aislada y con un sistema de aerotermia eficiente, el coste mensual en los meses más fríos ronda entre 80 y 95 euros. Si comparamos:
| Sistema | Coste mensual invierno (aprox.) |
|---|---|
| Aerotermia | 80 - 95 € |
| Caldera de gasoil | 300 - 400 € |
|---|---|
| Radiadores eléctricos | 200 - 300 € |
Mitos sobre la aerotermia: lo que sí y lo que no
Hay algunas ideas equivocadas que vale la pena desmontar:
"No sirve si vives en una zona fría": No es cierto. Hoy en día hay bombas de calor pensadas para funcionar a pleno rendimiento incluso cuando fuera está helando.
"No funciona con radiadores": Mentira, funciona bien si se instala bien. Si tienes radiadores que requieren agua muy caliente, debes tenerlo en cuenta a la hora de elegir la bomba de calor para ver la temperatura de impulsión que necesitas para conseguir un buen rendimiento.
"Es lo mismo que un aire acondicionado": Aunque comparten tecnología, la aerotermia está pensada para ofrecer calefacción y agua caliente de manera eficiente y sostenible, además de confortable. También sirve para refrescar, pero dependerá de la zona climática para esta función.
Factores que influyen en el consumo
Cada hogar es diferente, pero hay cinco elementos que marcan la diferencia:
- Clima exterior: Cuanto más frío sea el lugar, más trabajo tendrá la bomba.
- Aislamiento: Una casa bien aislada retiene el calor y reduce el consumo.
- Tipo de emisores: El suelo radiante es más eficiente que los radiadores tradicionales.
- Temperatura deseada: Cada grado de más implica más consumo.
- Mantenimiento: Como cualquier equipo, si no se cuida, rinde menos.
Consejos prácticos para reducir el consumo
- Usa termostatos programables: Te permiten adaptar la calefacción a tus horarios.
- No pongas la casa como una sauna: Con 21-22 °C es suficiente.
- Aprovecha las tarifas nocturnas o con discriminación horaria.
- Limpia los filtros cada cierto tiempo.
- Considera combinar la aerotermia con placas solares para un sistema aún más eficiente.
¿Cómo elegir la aerotermia ideal para tu hogar?
Antes de lanzarte a la instalación, tómate el tiempo de hacer un buen estudio. No todas las bombas sirven para todas las casas. Lo ideal es que un técnico valore:
- Cuántos metros tiene tu vivienda.
- Cómo está de aislada.
- Dónde vives y cuánto baja la temperatura en invierno.
- Qué sistema tienes actualmente: radiadores, suelo radiante, etc.
Conclusión: una inversión que se nota en la factura y en el confort
Instalar aerotermia no es una decisión que se tome a la ligera. Pero los datos hablan por sí solos: consume menos, ofrece un confort térmico constante y ayuda a reducir la dependencia de combustibles fósiles.
No hay una fórmula universal, pero si estás pensando en cambiar tu sistema de calefacción, la aerotermia es una opción que vale la pena estudiar a fondo. Haz números, pide asesoramiento y compara. Porque ahorrar, en realidad, empieza por informarse bien.




